La historia gira entorno a una madre (Mylene Farmer) y sus dos hijas. Por un lado Beth (Emilia Jones), tímida pero con una imaginación enorme, amante de Lovecraft, que le lleva siempre a inventar historias y a escribirlas, y Vera (Crystal Reed), más sociable y segura de sí misma. Tras la muerte de su tía heredan la casa y se mudan allí. Su primera noche no será como esperan. Dos extraños irrumpen en la tranquilidad de la noche y las torturan y abusan de ellas de distintas formas, haciendo añicos la infancia y futuro de esas niñas.
Dieciséis años después, Beth (Taylor Hickson) se ha convertido en una famosa autora de terror y tiene una idílica vida en Chicago. Por el contrario, Vera (Anastasia Phillips) sufre terribles pesadillas y no es capaz de salir adelante sin la ayuda de su madre. La visita familiar de Beth provocará trágicos recuerdos derivados de extraños sucesos que pasarán en la casa.
La atmósfera en el interior de la casa donde viven es claustrofóbica y oscura, llena de muñecas de porcelana que contribuyen a darle un toque siniestro y gótico. A ello sumamos el excelente trabajo de Danny Nowak en el apartado de fotografía que contribuye a poner el toque distintivo de la película. En definitiva, un sello perfecto a esta película de terror psicológico, llena de violencia y que funciona a las mil maravillas.
La película se estrenó en España el pasado 30 de Noviembre en cines y, como amante del terror que soy, considero que es una película de obligado visionado para cualquier amante del género.
Mi puntuación: 8/10
David Sanmartí
@ddsanmarti
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