[Crítica] Into the Woods

[Crítica] Into the Woods

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Juan Manuel Sarmiento 24 enero, 2015 0

Con un mes de diferencia con la versión original, este 23 de enero se estrenó la adaptación cinematográfica del músical de nombre homónimo, estrenado por primera vez en 1987  del director James Lapine y contando con las canciones de la creación de Stephen Sondheim.

Into the Woods es un giro moderno a varios de los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm, interconectando las tramas de varios de los personajes de ciertos cuentos y explorando las consecuencias de los deseos y aventuras de los protagonistas. La película contará la historia de Cenicienta, quien desea asistir al festival que organiza el rey; el panadero y su mujer, quienes desean tener un hijo; la bruja, que desea que la maldición que pesa sobre ella sea eliminada.

Para ello, convence a los panaderos de que busquen cuatro ingredientes para preparar una poción que le permita romper la maldición antes de que pasen tres noches, pues la luna azul se alzará sobre el cielo, momento necesario para romper la maldición y que solo se ve cada cien años. A cambio ella les daría el hijo que siempre quisieron.

Una vaca tan blanca como la leche. Una capa tan roja como la sangre. Un cabello tan amarillo como el maíz. Un zapato tan puro como el oro.

A la mezcla de cuentos de hadas se suman Jack (el de las habichuelas mágicas y el gigante), un chico no muy avispado que debe vender su mascota, una vaca; Caperucita Roja, una niña inocente fácilmente impresionable; y Rapunzel, una joven de pelo rubio y largo que vive encerrada en una alta torre sin puertas o escaleras. En un momento u otro, todos los personajes se encontrarán en el oscuro bosque, quienes poseen los ingredientes para romper la maldición.

¿Pero qué consecuencias desencadenará realmente romper la maldición? ¿Realmente era tan importante lo que deseaba cada personaje para conseguirlo a toda costa?

Llevar a la gran pantalla un musical siempre es un riesgo puesto que la “magia” que posee representar una obra en  un escenario puede perderse con los efectos especiales del cine, así como la actuación de los personajes es diferente en directo que repetida una y otra vez hasta la perfección. El director de esta adaptación, Rob Marshall (Chicago, Memorias de una Geisha, Piratas del Caribe en Mareas Misteriosas), ha hecho un gran trabajo como viene siendo lo normal en él al parecer, contando además con la colaboración del propio Sondheim para adaptar las canciones originales, y con Lapine para adaptar el guión original a la película. El éxito estaba asegurado.

Pero no sólo la buena música y un guión perfectamente estructurado fueron los elementos sobresalientes de esta adaptación: Into the Woods cuenta con un buen puñado de actores cuya capacidad interpretativa es irrebatible, entre los que destacamos:

Meryl Streep (La Dama de Hierro, Mamma Mia!, El Diablo viste de Prada), la villana principal de la película, una bruja con profundos problemas de autoestima; le siguen Anna Kendrick (Crepúsculo, Dando la nota) como Cenicienta, Emily Blunt (Al filo del mañana) como la mujer del panadero; Chris Pine (Star Trek) como el Príncipe Encantador; James Corden (Begin Again) como el panadero; y no nos olvidemos de Johnny Depp (Piratas del Caribe, Eduardo Manostijeras) como el lobo feroz.

Los personajes serán conducidos progresivamente hasta el ya conocido “Felices para siempre” para, en un parpadeo, ser llevados a un territorio hostil, oscuro y real como es el mundo, donde quienes crean ciegamente en “los cuentos de hadas” deberán abandonar los pensamientos mágicos. Este territorio estará dominado por una enfadada gigante que va causando caos y muerte. Los supervivientes deberán trabajar juntos para salvar sus vidas.

A pesar de los filtros de Disney para hacer la película apta y más atractiva para niños, incluyendo un recorte de tiempo considerable en la segunda mitad de la película (en el musical, el segundo acto dura más de una hora mientras que aquí dura aproximadamente 30 minutos o menos), los que somos más adultos y conscientes podremos apreciar los mensajes escondidos en cada canción e historia.

La canción con tintes de nana de cuna “No one is alone“, da a entender que todo el mundo está en última instancia solo, aunque el apoyo y la comprensión compartida de la soledad hace la vida más llevadera.

Se tocarán temas a lo largo de la película tales como la pérdida de la inocencia, las tentaciones de la pubertad por probar algo relacionado con la sexualidad (como deja ver el mensaje escondido en la canción “Hello Little Girl” interpretada por Johnny Depp) que también puede interpretarse como un caso de pedofilia; otros temas, como el adulterio, el amor enfermizo y obsesivo, que solo el fin justifica los medios, y un par de muertes también aparecerán en la película; pequeñas manchas de oscuridad pero que no fueran suficientes para no eclipsar la luz que Disney quería arrojar a los niños, omitiendo así algunas canciones y escenas del musical original.

La química entre los personajes es bastante buena y eso se refleja en la pantalla, haciendo las escenas fluídas, más naturales y amenas. El panadero y su mujer son una pareja con una química impresionante, algo que me sorprendió gratamente al ver la película y que queda patente con la canción “It Takes Two“.

Y mención especial a la espectacular canción “Last Midnight” cantada por Meryl Streep cuando, casi al final de la película, pierde toda fe que le quedaba.

Veremos también con momentos de comedia, destacando al personaje de la bruja, y la parte en la que se canta “Agony” por el Príncipe Encantador y su hermano, quien está enamorado de Rapunzel. Simplemente genial.

Por último, comentar que para la escenografía se decidió usar los mínimos efectos especiales por ordenador posibles. Por ello, los decorados son reales, enormes y detallados y todo se consigue con maquillaje, prótesis y pelucas (solo pocas cosas se hicieron virtualmente, ya que todo no se puede representar de verdad, claro).

Dato curioso: cuando Cenicienta canta “On the steps of the palace” cuando huye del príncipe, vemos a éste al principio de las escaleras, mirando a Cenicienta mientras el tiempo está detenido para todo menos para ella, quien canta.

Pues bien, Chris Pine tuvo que estar realmente parado mirándola fijamente todo el tiempo mientras ella cantaba como si el tiempo realmente se hubiera parado. No todas las películas pueden decir lo mismo de sus actuaciones, que verían más fácil colocar al príncipe digitalmente al fondo.

Witches can be right

Giants can be good

You decide what’s right

You decide what’s good

[Las brujas pueden ser buenas/Los gigantes también/Tú decides lo que es correcto/Tú decides lo que está bien]

En Into the Woods veremos que todos los personajes albergan un poco de oscuridad en sus corazones, que no es oro todo lo que reluce, y que no “la bruja” siempre será la villana; a mi parecer, precisamente la bruja de este cuento es la auténtica heroína pero la más incomprendida por tener esa apariencia.

Una historia que, incluso en sus momentos más oscuros, mantiene algo de humor para hacer los problemas algo más llevaderos, y unas complejas canciones con ingeniosos juegos de palabras y un ritmo tal que se consideraría el equivalente de Broadway a un rap.

NOTA FINAL:

8,5

Into the Woods es una muy esperada y merecida adaptación a la gran pantalla de la versión de Stephen Sondheim en la que se le da un giro oscuro a la par que encantador a los cuentos de los hermanos Grimm. Con un acertado elenco de actores con talento, no solo para cantar sino para actuar, Into the Woods será una de esas películas que nunca te cansarás de ver a lo largo de los años, disfrutándose cada minuto de ella. Un deleite para la vista, los oídos y la mente

Careful the things you say,

Children will listen.

Careful the things you do,

Children will see.

And learn

[Cuidado con las cosas que dices/los niños las oirán./Cuidado con las cosas que haces/los niños las verán/Y las aprenderán]

P.D: Quien tenga la oportunidad de ir a verla al cine, que intente verla en V.O.S.E: el doblaje al español es bastante pésimo, y los subtítulos de las canciones están hasta mal traducidos.

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