Crítica: “Intruders”

Teníamos ganas de ver “Intruders” pero una vez más Juan Carlos Fresnadillo ha dado muestras de ser un director bastante sobrevalorado y, al menos esta vez, no ha conseguido su propósito: Hacer una buena película de terror. Por partes…

La película comienza con un sueño (explicaciones finales aparte, es lo que entendemos buena parte de la cinta) y esto de por sí ya resulta confuso ya que los primeros minutos, en los que hay que sentar la base de la trama y los personajes, se vienen abajo cuando el niño se despierta. Tampoco hubiera pasado nada si la set piece en sí hubiera sido espectacular pero no. Es más bien cutre con ese dementor (porque es una copia descarada a los guardianes de Azkabán) con unos efectos digitales que dejan bastante que desear, la verdad. Hubiera sido mejor usar efectos físicos. Si no te crees al monstruito dificilmente puede dar miedo…

A partir de aquí, la película juega saltando de un lugar a otro, de Madrid a Londres y contándonos las historias de dos niños que están viviendo una situación parecida: Son atacados por un monstruo llamado Carahueca que ellos mismos han creado a través de un relato. Bueno la niña inglesa se limita a copiar del papel que encontró en una caja escondida en un árbol.

La amenaza de “El hombre del saco” o lo que hay escondido en el armario no está demasiado bien llevada y los momentos de tensión son casi inexistentes. Además Fresnadillo hace un popurri de innumerables clásicos del cine de terror (de mala manera) y trata de mantener una atmósfera hipnótica como la que en su día nos traía Shyamalan en cada una de sus películas. Y que quereis que os diga, con “El sexto sentido” o “Señales” no se juega. Son muy difíciles de superar. Por el contrario, lo que se consigue en “Intruders” es que el espectador no conecte con los personajes ni con la historia. Sí, se deja ver por saber que va a pasar a continuación pero sin entusiasmo, porque en general la película no tiene ningún sentido. Para muestra de esto tenemos el final, en el que la explicación es una contradicción en toda regla. No queda claro si todo era real o no y la sorpresa tan genial y ocurrente es una tontería, (bien llevada, lo reconozco).

Los actores están bien en general, sobretodo Clive Owen que es solvente como pocos y Pilar López de Ayala a la que me ha gustado volver a ver. También podríamos destacar a Ella Purnell, una mini Keira Knighley, que parece en todo momento intentar averiguar hacia dónde va el lío de película en la que se ha metido (sin mucho éxito). A Daniel Brühl no lo soporto, es mayor a mis fuerzas, lo siento.

Conclusión: A mí personalmente “Intruders” no me ha gustado. No da absolutamente nada de miedo, los efectos son bastante pésimos y ni siquiera funciona como película de suspense porque al final las reglas que ha ido dándonos durante todo el film se las pasan por el forro. Decepcionante vaya…

Nota: 2,5