
Hemos estado a punto de no ver esta película y si al final lo hemos hecho ha sido de rebote, por el fracaso que ha sido “Conan” y las malas críticas que ha cosechado en todo el mundo. “La boda de mi mejor amiga” era la otra opción que teníamos esta semana. A favor estaba la impresionante taquilla que ha hecho en EEUU (más de 200 millones, ahí es nada) y en contra un trailer que no puede ser más soso y sin gracia. Ahora puedo decir que me alegro de haber pagado por ella. Pero vayamos por partes:
“La boda de mi mejor amiga” (ahora sólo les queda utilizar de mis amigos y de mis amigas y ya tenemos el cupo completo ¬¬) parte con una premisa muy sencilla y es básicamente la misma que usaron en ”Resacón en las Vegas” pero con chicas. Es decir, es una comedia gamberra (género en pleno auge) dirigida al público femenino, que parece que está cansado ya de la típica ñoñada de princesita de cuento y busca algo más ”natural” y desenfadado.
La comedia es un producto de la factoria Apatow y está dirigida por Paul Feig, del que lo más interesante que podemos decir es que ha dirigido un buen montón de series exitosas y actuales (la desaparecida “Arrested Development”, “Parks and recreation”, “Nurse Jackie”, “The office”…). En su labor en esta película está correcto sin más. Tampoco esperábamos ninguna sorpresa.
Las actrices por el contrario sí que sorprenden muy gratamente. Rose Byrne sale de su registro dramático y demuestra lo buena actriz que es. Su papel de mala de la película, pija y maliciosa pero imposible de odiar es genial. Simplemente. Las demás también tienen sus momentos, la que más quizá Melissa McCarthy (que espero que pronto termine de despegar y le den algún papel protagonista). Eso sí, aquí la estrella es Kristen Wiig. Hay que memorizar su nombre ya mismo (yo ya lo he hecho) porque esta chica nos va a dar muchas alegrías. La vimos en “Paul” y, aunque me resultó divertida, no puede ni compararse a su trabajo en esta película. Ayuda que su personaje esté tan desvalido ya que empatiza con el espectador al instante pero Wiig hace que, en vez de dar pena, nos ríamos con todas las desgracias y situaciones rocambolescas que le suceden. La actriz tiene una vis cómica sencillamente espectacular. No es de extrañar que ya tenga dos comedias más entre sus próximos proyectos (una de ellas con John Hamm, que aparece aquí sin acreditar en un papel muy simpático).
La escena escatológica, por cierto, es lo peor de la película con diferencia (desagradable y totalmente prescindible) pero realmente es lo único que no me ha gustado. La historia de amor de la propia protagonista esta vez pasa a un plano más secundario (ya que lo principal es la boda de Lillian) pero resulta de lo más tierna y genera algunos de los gags más divertidos así que de innecesaria nada.
Conclusión: “La boda de mi mejor amiga” funciona muy bien en general. Es una buena comedia y las dos horas de metraje no se hacen pesadas en ningún momento. Merecería la pena sólo por ver en acción a Kristen Wiig (en serio, es bestial) y yo desde luego me alegro de haberla visto ya, sabiendo que la voy a coger con ganas cuando salga en Blu ray. En resumen que recomendable 100% si os apetece una película que os haga reir, divertida y sin pretensiones.
Nota: 7,8
