Alfred Hitchcock es sin lugar a dudas uno de los más grandes e inmortales directores que ha tenido el séptimo arte. La extensa filmografía de Hitchcock, compuesta por 53 películas, nos deja obras maestras que se encuentran entre las mejores películas jamás realizadas, como pueden ser Vértigo y Psicosis, o Con la muerte en los talones y La ventana indiscreta. Pero para poder apreciar realmente bien su cine no nos podemos quedar tan solo con ver sus obras.
Aquel que conoce a Hitchcock bien le tiene que sonar el nombre de Donald Spoto, el que es considerado uno de los mejores biógrafos de figuras de Hollywood. Spoto ha llegado a escribir hasta un total de tres libros en los que trata la figura del maestro del suspense, El arte de Alfred Hitchcock, en el que desglosa pormenorizadamente sus films desde un punto de vista crítico; Las damas de Hitchcock, en el que aborda la importancia de la figura femenina en su cine; y por último, el que posiblemente sea su libro más emblemático, La cara oculta del genio, que nos muestra una documentada y fantástica biografía del cineasta.
Esta biografía se adentra en el Hitch más íntimo, Spoto no se muestra en ningún momento complaciente con el biografiado, saca los trapos sucios del artista y los airea a los cuatro vientos. No hay que incurrir en la idea de que tan solo se centra en los aspectos más controvertidos y de prensa amarilla, el escritor nos muestra a un Hitchcock inteligente y mordaz, divertido y simpático a su manera, mientras que por otro lado también está el obsceno y reprimido sexual.
Alfred Hitchcock tuvo una turbia infancia en la que sus padres se encargaron de reprimirle el ansia sexual, dando esto como resultado que en su vida adulta tuviera una malsana atracción hacia el sexo que relacionaba constantemente con el asesinato y la asfixia. Si bien alguien puede pensar que la lectura de esta obra no pase de una simple revista de prensa amarillista está muy equivocado. Es imprescindible adentrarse en la psique del maestro para poder entender en profundidad su cine, sus motivaciones y sus necesidades. Películas como Vértigo o Frenesí ocultan en su interior unos impulsos primitivos y oscuros de su creador, que para poder desglosar con absoluto detallismo debemos conocer su vida privada.
La lectura de este volumen no resulta en absoluto pesada y está escrita con una inmensa maestría por Spoto. Sin duda un libro imprescindible para todo aquel que desee entender en toda su profundidad el arte de Alfred Hitchcock.