Título: Love Letters to the DeadAutora: Ava DellairaEditorial: Farrar, Straus and GirouxIdioma: inglés (disponible en castellano)344 páginas
Sinopsis
Todo comienza con un trabajo para la clase de Literatura: escribir una carta a una persona muerta. Laurel decide escribirle a Kurt Cobain, quien murió joven como May, su hermana. Luego de la primera carta, ya no puede detenerse, y escribirá otras a Janis Joplin, Amy Winehouse, Jim Morrison y Heath Ledger, entre otros personajes famosos. Sin embargo, no le entrega ninguna a su profesora. La tarea permanece oculta… como tantas cosas de su vida.
Laurel escribe sobre lo que le pasa: cómo se siente empezar en otra escuela, lo difícil que es forjar nuevas amistades, cómo es el primer amor o vivir con padres separados y, lo más importante, escribe sobre la muerte de May. De esta manera, comienza a relacionar las cosas que compartió con su hermana y sus experiencias personales, con las vidas y muertes de estos íconos. Cuando escriba la verdad sobre lo que le ocurrió, podrá aceptar la muerte de May y solo así logrará verla y recordarla como la persona que siempre fue: adorable, asombrosa e… imperfecta.
Crecer es doloroso. Muchas veces hay un mundo secreto que tarde o temprano hay que enfrentar. Y se enfrenta mejor con la verdad y con ayuda.
Un libro para leer con el alma, para compartir con quienes de verdad amamos y queremos cuidar.
CríticaEs en reseñas como estas en las que me doy cuenta de lo difícil que es condensar todo lo que me ha pasado durante una lectura en tan poco espacio. Intentaré no dejarme nada en el tintero. Primero que nada, os presento al hijo perdido de The Perks y Looking for Alaska. Así resumo Love Letters to the Dead, como un híbrido de estas dos historias. Todo empieza con un inocente trabajo para la clase de inglés que se vuelve un poco demasiado personal. Una vez más, la escritura se convierte en terapia y catarsis. “I know I wrote letters to people with no address on this earth, I know that you are dead. But I hear you. I hear all of you. We were here. Our lives matter.”Ava Dellaira, Love Letters to the DeadAl principio, me parecía un drama adolescente sin más, una cosa simplona y previsible. No había llegado a la parte interesante. A ver, no me malinterpretéis, no es una maravilla que pasará a formar parte del canon de la literatura universal, pero para lo que da de sí el género young-adult, no está nada mal. La primera parte se hace un poco lenta y repetitiva, porque Laurel tiene una obsesión insana con su hermana y, además, se van asentando las bases de lo que será una intensa segunda parte.La autora echa mano de los clichés de instituto americano para definir a los personajes. En este aspecto el libro es bastante corriente y, de hecho, no me dio mucho más que pensar. Está el chico guapo y misterioso, la chica nueva y tímida, las amigas fiesteras, espontáneas y alternativas, los universitarios idiotas y los padres que, como siempre, no se enteran de nada. Mi favorita es May. Cuando Laurel escribe sobre ella me recuerda a todas esas chicas idealizadas de los libros de John Green (Margo, Alaska). Todas son guapas, inteligentes, misteriosas, valientes y tienen el raro poder de iluminar una habitación solo con su presencia. Está claro que no son así, que ningún ser humano es tan maravilloso y que May, que no llegó nunca a los dieciocho y que volaba por las noches con sus invisibles alas de hada, era uno de los más imperfectos.
“There's more to life than being a passenger”
Ava Dellaira, Love Letters to the DeadAunque hay muchas cosas que eliminaría o reescribiría, no cambia el hecho de que me quedaría con muchas más tal y como están ahora. Me gusta el jersey rosa con el cuello recortado de May, el mechero de cocina de Tristan y la madre de Sky, que es un poco "especial" y le canta a los tulipanes. Me gusta porque me recuerda a libros que ya me han gustado, aportando además su toque especial: su propio personaje divinizado y, a la vez, su dosis de realidad. Me gustan todos los pequeños detalles que construyen un personaje y que, sin darnos cuenta, también lo acaban destruyendo. El formato epistolar es atractivo; se hace ameno una vez que la historia (por fin) coge ritmo, más que los capítulos convencionales. La narración de Ava Dellaira no es nada especial, es bastante sencilla pero tiene metáforas muy acertadas y hay algunas frases muy bonitas, lo que para mí es importante porque es como la seña de identidad de la historia. Es intenso, con algunas escenas un poco sensacionalistas y la ración diaria recomendada de drama. Por todo esto, Love Letters to the Dead es un libro que estoy segura que formará parte de mis mejores lecturas del año y que, aunque tiene sus carencias, ha sabido darnos donde más nos duele.Puntuación4 tacitas