Con tantas versiones de la obra de Alejandro Dumas para elegir, lo que menos hubiera pensado es que el director Paul W.S. Anderson, famoso por su saga de “Resident Evil”, sería el siguiente en mostrarnos su visión. Lo que ha hecho de “Los Tres Mosqueteros” es algo irreconocible, utilizando los nombres y locaciones como excusa para idear batallas ficticias con el fin de satisfacer el uso del “3D”.
La historia inicia en la Venecia del siglo 17, con el sardónico Athos (Matthew Macfadyen), bonachón Porthos (Ray Stevenson) y astuto Aramis (Luke Evans), haciendo equipo con la intrépida Milady De Winter (Milla Jovovich), para robar los planos de una máquina de guerra creada por Leonardo DaVinci. No transcurre mucho tiempo, cuando son traicionados por Milady, quien entrega los planos del barco dirigible al Duque de Buckingham (Orlando Bloom) y luego se vuelve aliada de conspirador Cardenal Richelieu (Christoph Waltz).
Un año después, el audaz hijo de un mosquetero, D’Artagnan (Logan Lerman), viaja a Paris para ser uno de los soldados de élite que jura proteger el adolescente Rey Luis XIII (Freddie Fox). En ruta a su destino, conoce al “parchudo” del Capitán Rochefort (Mads Mikkelsen), el líder de los guardias de Richelieu que hace burla de su caballo y por lo tanto se hacen eternos enemigos que llega hasta una lucha a muerte en la catedral de Notre Dame. Durante una de tantas secuencias cómicas, D’Artagnan da muestra de sus habilidades con la espada, lo que hace que se una al equipo de los tres mosqueteros que se encuentran en una seria crisis de identidad o andropausia. Lo que importa es que el diabólico Richelieu quiere provocar una guerra entre Inglaterra y Francia con métodos dignos de las revistas de farándula.
Con tantos actores reconocidos, hubiera uno de pensar la calidad de la producción es superior a lo que nos tiene acostumbrados Anderson, pero no pasa mucho tiempo en darnos cuenta que prefiere realizar secuencias de acción con la asistencia de efectos visuales que contar una historia. El guión de Andrew Davies y Alex Litvak hacer recortes en el clásico de Dumas en todo aquello que genere más de cinco minutos de diálogo y que provoque algún tipo de secuencia tipo “Matrix”, lo más cercano fueron los avances amorosos de D’Artagnan con la bella asistente de la Reyna.
Esto es una versión adolescente con grandes explosiones, épicas batallas, personajes exagerados y hasta el inocente e insípido romance. Nada de lo que hay en pantalla importa y hasta los actores lo saben, es por eso que se vuelven cómicos los momentos en donde vemos a Milady usando lo último en tecnología espía o los villanos tramando absurdos complots en atuendos que ni un payaso quisiera utilizar. Y hablando de villanos, que desperdicio del ganador del Oscar, Christoph Waltz, parece que no hay trabajo digno de sus habilidades, primero fue “El Avispón Verde” y ahora esto.
En el lado positivo, al menos el filme nos mantiene entretenidos con la ridiculez que se ve en pantalla y hasta cierto punto hay algunos momentos que son divertidos, no al grado de llegar a carcajadas, pero al menos no pretende ser un drama en donde no lo hay. En gran medida la belleza de Milla Jovovich logra llenar las necesidades visuales requeridas para aprovechar el 3D, también es posible que se sientan satisfechos con la gran batalla final por los aires y el absurdo desenlace de las máquinas de guerra haciendo el amor a una iglesia.
Es entonces que la cinta se vuelve en un estreno desechable cuando no hay nada mejor que ver.
Calificación: ★★☆☆
Trailer Los Tres Mosqueteros