Del director de 4 meses, 3 semanas y 2 días llega esta intensa historia sobre dos amigas que se conocieron en un orfanato y que las circunstancias las llevan a convivir en una comunidad religiosa ortodoxa. Una de ellas se marchó a trabajar a Alemania y regresa en busca de su amiga que al sentirse sola y abandonada busca una nueva familia y la encuentra en un pequeño convento que le da cobijo y comida pero la tratan como a una menor de edad incapaz de tomar decisiones por ella misma arrebatándole la libertad al imponerle unos valores y unas ideas que en un principio no comparten. Viven tan aislados del mundo que les rodea que cuando aparece un elemento diferente al que ellos conocen lo atacan y buscan destruirlo y asimilarlo. El fanatismo, el miedo a lo desconocido y la incultura son un caldo de cultivo para la intolerancia religiosa que es el tema sobre el que gira toda la película. Una realidad dura y que nos puede parecer lejana pero que está más cerca de lo que creemos. Nos muestra una Rumania en donde es complicado salir adelante y cada uno se busca la vida de la mejor forma posible.
La dureza de la historia se ve algo aliviada por el estilo casi documental con lo que consigue cierta distancia. Las dos horas y media que dura la película no se hacen demasiado pesadas y aunque hay ciertas repeticiones en la historia que se podrían haber ahorrado. Lo mejor de Más allá de las colinas es sin duda la interpretación de las dos actrices protagonistas, Cosmita Stratan y Cristina Flutur, dos jóvenes que debutan en el cine aquí pero les ha servido para ganar un premio ex aequo en último festival de cine de Cannes. Con sus miradas, sus gestos, sus silencios las dos actrices muestran la ambigüedad de sus personajes y entendemos que los sentimientos que las unen se acercan más al amor que a la amistad, un amor que se tiene que ocultar porque los que las rodean no lo comprenden. No es de extrañar tampoco que haya pasado el último filtro para el Óscar a la mejor película de habla no inglesa antes de dar el listado definitivo en enero. Una película que merece la pena ver.
Más allá de las colinas se ha estrenado ayer