Revista Psicología

Critica mi vida cuando la tuya sea un ejemplo

Por Paulo Mesa @paucemeher
Critica mi vida cuando la tuya sea un ejemplo

Sí, hazlo cuando estés seguro de que no te ha pasado, de que no lo has hecho o de que ni siquiera te ocurrirá, sólo en ese momento siéntete con el derecho de criticar mi vida. Inclusive, ni siquiera entenderás en qué contexto me ocurre lo que me ocurre, ni por qué hago lo que hago, ni cómo decido lo que decido. Mi frase quizás te sonará impertinente y hasta grosera, pero ¿Quién fue el que se metió primero donde no era llamado ni bien recibido?

Nunca entenderás mi contexto, ni siquiera tu contexto puedes verlo y considerarlo por completo. No te interesa pensar, eso es difícil, a casi nadie le gustan las cosas difíciles. Si fuera fácil todos pensaríamos, pero ocurre que eso es difícil y es un ejercicio esporádico hoy día.

Critica mi vida cuando la tuya sea un ejemplo, cuando te des cuenta de que "eres en verdad" un "ejemplo", de que vives una vida sin tacha, sin enmiendas, sin enredos, sin secretos, cuando tu vida sea un libro abierto que cualquiera puede revisar sin encontrar mancha alguna. ¿Sabes qué es un ejemplo? Algo que otros pueden inclinarse a imitar... entonces, según eso, sabes para dónde vas, deberíamos seguirte. Me imagino que también sabes con certeza qué saldrá de todo eso que haces, sabes bien qué te depara ese camino.

Si para ti saber cuál es la siguiente compra equivale a "saber para dónde vas", prefiero no seguirte. Si me ves pensando así, entonces tampoco me sigas, no es bueno que lo hagas, porque estoy lejos de ser un ejemplo si pienso así.

Critica mi vida cuando la tuya sea un ejemplo, cuando sepas que tienes el 100% de certeza en el mundo de los relativos, cuando te hayas tragado entero el cuento de la "objetividad" y domines por completo las arenas movedizas de la subjetividad, la relatividad y la dualidad. Es una gran tentación dar "cátedra" sobre cómo se tienen que hacer las cosas, pero los "consejos" quizás sean los dolores y las dudas que tenemos sobre cómo hacer las cosas, dichas en unos términos suficientemente adornados y bonitos como para que parezca que "de verdad" tenemos la endeble razón.

Critica mi vida cuando la tuya sea un ejemplo y cuando sepas bien cómo pienso, porque te aseguro que ni siquiera sabes cómo piensas, porque siempre piensas igual y ni siquiera sabes por qué o cómo lo haces. ¡Que si estoy molesto! Claro que sí, cómo no estarlo.

Viviríamos en paz si te dedicaras a vivir tu vida y yo a vivir la mía. Cada quien en lo suyo y yo ayudándote y tú ayudándome, así sin más, solo por el placer de dejar las cosas mejor de lo que están y no necesariamente de la forma como "tú quieres" o consideras que "deberían estar" o como "yo creo" que deberían ser.

Son mundos distintos el que tú vives y el que yo vivo. A veces me cuesta entenderlo, pero este sería un planeta muy monótono si todos viviéramos igual. Me molestan tus vicios, no tus virtudes, me molesta que sucumbas ante tu sombra y te definas por ella ¿Qué estás esperando que suceda? ¿Cuál es el cambio que necesitas? ¿Quién crees que hará algo...? Déjame adivinar: ¡Sí, alguien más! Para eso le pagan a la gente.

Me molesta que habiendo tanta oscuridad no te esfuerces por ser luz, me molesta que vivas cómodamente sumergido o sumergida en ese pozo profundo y oscuro al que ya te acostumbraste, y que te atrevas a gritarme desde abajo para "explicarme" cómo señalar a las estrellas.

Crédito de la imagen: http://weheartit.com/entry/11712905


Volver a la Portada de Logo Paperblog