Flanagan nos presenta una película con un montaje instrumentado mediante flashbacks. Entre ellos hay una diferencia de 11 años. El “antes” nos trae a Alan Russel (Rory Cochrane), programador informático con un trabajo en alza, que se muda a una nueva casa junto a su esposa Marie (Katee Sackhoff) y su dos hijos pequeños, Tim (Garrett Ryan) y Kaylie (Annalise Basso). Su intención es trabajar desde su nuevo despacho en la planta de abajo de la nueva casa.
A pesar de poder parecer otra película de objetos malditos, los continuos flashbacks que se sucederán a partir de ese momento harán las delicias del público creando un clima angustioso. Nos llevará al límite, aprovechando esa atmósfera creada dentro de la angustiosa casa para revelar verdaderos momentos de tensión, con una conclusión final que no dejará indiferente a nadie.
David Sanmartí
