La semana pasada pudimos asistir al preestreno de Os Fenomenos, segunda película del director gallego Alfonso Zarauza, tras La Noche que Dejó de Llover. Tras múltiples preestrenos y su paso por el Festival de Cans y el pasado F estival de Málaga entre otros llega a pantallas españolas gracias a la distribuidora Surtsey Films.
Os Fenomenos nos presenta a Neneta una mujer que tras la desaparición de su marido Lobo se encuentra viviendo sola con su hija en una furgoneta. En ese momento decide volver a su pueblo y buscar trabajo de lo que sea para mantener a la pequeña. El único trabajo que encontrará será de peón de obra. Allí se enfrentará no solo a un ambiente hostil al ser una mujer entre muchos hombres, sino también a las consecuencias de la crisis del ladrillo.
El film nos habla de dos temas muy diferentes. Por un lado la posición de la mujer dentro de un mundo laboral masculino que todavía se considera, por sueldos, estereotipo y tratamiento, superior a la mujer. Y por otro lado de forma muy personal y cercana sobre los más afectados de la crisis española de la construcción. Como obreros con un sueldo de base modesto pero unos incentivos más altos vivían cómodos hasta que todo se esfumó. Os Fenomenos mete el dedo en la llaga durante todo su metraje, y nos muestra de forma bastante honesta los errores que se cometieron y como los poderosos siempre escapan los problemas.
Durante la primera mitad estos temas tan delicados son tratados con humor. La buena construcción y los gags cómicos hace que la crítica subyacente siempre presente coja un matiz aterrador, y además te entretenga con momentos tan divertidos como simpáticos. Lástima que a medida que va avanzando la trama, Zarauza y compañía no sean valientes y continúen con el tono ligero. Poco a poco el drama social se va apoderando de toda la película, y se convierte en un documental que ya hemos visto durante muchos años por la televisión en el que se denuncia la riqueza de unos pocos a cambio de la pobreza de una mayoría que en su momento ilusos quisieron vivir por encima de sus posibilidades empujados por el clima de puro optimismo. Un cambio de tono de la narración poco interesante para un espectador que ya lo ha vivido en sus propias carnes o en el mejor de los casos lo ha visto en casos cercanos
Su gran baza a parte del humor es la empatía con los personajes desde la protagonista Neneta hasta Lobo, pasando por todos “los fenómenos” que trabajan en la obra. Con un par de situaciones, unos diálogos y la mirada de cada uno de ellos se construyen unos personajes muy humanos que ayudan a hacer más llevadera la historia.
Lola Dueñas (primera opción para Zarauza, el director) se viste con el mono y se carga la película a la espalda con una buena actuación. A ésta le acompañan el siempre correcto, Luís Tosar, con pequeño pero importantísimo papel, Juan Carlos Vellido cómo Furón, y los fenómenos Miguel de Lira, Xúlio Abonjo y Xosé A. Touriñán entre otros.
Os Fenomenos es la aportación gallega del año, una simpática película de temática social que va de más a menos, pero que Lola Dueñas y la empatía con los personajes permite que salven los muebles.
NOTA