Precocido
★★★☆☆
Después de los excelentes promocionales, me era imposible perderme esta nueva oportunidad que tiene el director Ridley Scott para asombrarnos. Todavía recuerdo como si fuera ayer la audacia que tuvo la sobreviviente del ‘Nostromo’ para aniquilar uno de los mejores enemigos en la historia del cine. Quizás por eso las expectativas que tenía eran altas, demasiado altas diría yo.
Toda esa publicidad que nos vendió la idea de emociones traducidas a un monstruo persiguiendo a la tripulación de ‘Prometeo’ o terrores inimaginables en el espacio es sólo un gancho para llevarlos al cine. Lo que encontraran en una cinta que sigue la misma fórmula de los clásicos de ciencia ficción, aquellos que nos fascinan con temas existenciales y posibilidades infinitas. Así que si piensan asistir al cine buscando terror o acción sin límites, les pido que vayan cambiando desde ahora sus prioridades. Por supuesto que hay algunos elementos, pero no son el objetivo.
Desde los primeros minutos el libreto de Jon Spaihts y Damon Lindelof (si les suena es porque es una de las mentes creativas de ‘Lost’) plantea el primero de varios cuestionamientos en una escena que dejará a varios (incluyéndome) rascándose la cabeza. De ahí nos dirigimos a finales del siglo XXI, donde el billionario Peter Weyland (Guy Pearce) ha enviado la nave ‘Prometeo’ para localizar en un planeta a quienes se cree que son los responsables de la vida en la Tierra.
En el centro de la búsqueda se encuentran los arqueólogos Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) y Charlie Holloway (Logan Marshall-Green), pero quien mayor atención y casi se lleva la película es David (Michael Fassbender), como otro más en la serie de seres cibernéticos con dualidad de ideales. Es fascinante como el actor logra transmitir una complejidad que el resto del elenco carece y que por más que el libreto se esfuerza por brindarle mayor importancia a Elizabeth, no resulta ser tan interesante. Al menos la actriz Noomi Rapace logra hacerme un fanático de su trabajo en aquellos momentos de gritos y situaciones desperadas por salvar su vida. Por supuesto que no se compara a la mítica Sigourney Weaver y digamos que viene siendo como un buen sustituto de endulzante para diabéticos.
El resto del elenco es relleno, con excepción de la paranoica Meredith Vickers (Charlize Theron) quien resulta ser la voz de la razón en esta expedición. Porque créanme que este grupo científicos tienen una ausencia de protocolos de seguridad cuando de investigar lo desconocido se trata, claro que se les agradece porque como consecuencia de su ineptitud tenemos algunas grotescas escenas y en especial una donde involucra una silla médica del terror. Es sólo que la tripulación de ‘Prometeo’ desde el inicio se vuelve tan desechable que cuando ocurren las desgracias no habrá lágrima alguna por su ausencia.
La película cumple en ampliar la mitología ‘Alien’, brindando después de tanto tiempo un propósito a las terribles criaturas que conocemos y a la vez justificando la existencia de la precuela. En cierta forma este viene siendo un nuevo inicio de la saga que conocemos, que hasta utiliza la misma plantilla anterior con una tripulación en espera de su muerte, sólo que en esta ocasión el motor de la historia no es un monstruo aterrorizando, si no el planteamiento de ideas sobre la creación. Con tales ambiciones ahora es más fácil comprender el retorno de Ridley Scott a la ciencia ficción y en la mayor parte hace un muy buen trabajo cuando se trata de darle vida al mundo donde existe la corporación Weyland-Yutani. Nadie mejor que él para brindarnos grandes escenarios, sentido de misterio y hasta terrores cuando lo desconocido ataca.
En lo que no estoy de acuerdo es en como las revelaciones al gran misterio nos fueron dadas a conocer. Sobretodo la falta de desarrollo que debió tener Elizabeth Shaw para llegar a las conclusiones de su descubrimiento, hacen de la película que se sienta incompleta, como precocida al no tener ese momento el impacto requerido cuando se dan a conoce los misteriosos motivos de los ‘Ingenieros’. Lo peor es que pasamos demasiado tiempo esperando por ese momento y nunca llega. Luego tenemos las inexplicables motivaciones del androide David que no tiene sentido al menos que sea para crear las escenas de terror que tanto tiempo tardan en llegar. Esta bien el querer crear un personaje complejo, eso lo aplaudo, pero al menos que tenga algo de coherencia. Tanto andar caminando en misteriosas cuevas misteriosas y ningún minuto para aclararnos que sucede con ese pedazo de tecnología. No se vale.
También tiene el error de que en proceso de plantear nuevas posibilidades no logra del todo salir bien librada por la falta de tacto cuando se trata de dar RESPUESTAS, algo que conocen muy bien los fanáticos de ‘Lost’ quienes durante tanto tiempo se les prometía grandes cosas y termina casi igual como empezó, con otra gigantesca bola de preguntas. Pues así es ‘Prometeo’, una gran promesa de buscar los orígenes de la raza humana que nos mantiene la mayor del tiempo cuestionándonos (más de la mitad de la película) los orígenes del universo, hasta que en breves líneas un personaje vomita algunas respuestas y se generan otras para terminar en las mismas. Y eso no sería nada malo si no dejará la película una sensación de frustración, lo que al final resulta ser una excusa para hacer más secuelas.
´Prometeo’ en si tiene un buen director que sabe lo que hace y por eso tantas buenas críticas, es sólo que el libreto no convence. Si es que deciden continuar, desechen a los guionistas, porque eso de esperar tanto tiempo cultivando el arte de Ridley Scott con escenarios, grandes vistas y majestuosa grandeza extraterrestre; no será suficiente para la próxima.