
A veces resulta complicado comprender a nuestra familia, especialmente a nuestros padres, sus vivencias y la relación que hemos construido con ellos. Los escritores y artistas pueden transformar esas inquietudes en historias, como hace Santi Cortegoso en Recoversión. A través de una narrativa de fuerte carácter cinematográfico, el autor toma la figura de su padre para relatar una parte de su vida: su trabajo en los astilleros y el trasfondo cultural y social de los años 70 y 80 en la ría de Vigo.
La historia transita entre lo personal y lo colectivo. Cortegoso se convierte en personaje de su propia obra mientras investiga sus raíces, pero también muestra una realidad compartida: si no hay sitio para todos, no lo hay para nadie. En un tiempo en el que la comunidad y la lucha colectiva parecen haberse diluido en la lucha individual, Recoversión nos recuerda que los grandes logros y avances sociales fueron posibles gracias a la unión de los trabajadores frente al poder establecido. José Cortegoso encarna la figura de un hombre honrado, cuyo mayor "defecto" fue anteponer el interés general al suyo propio.

Para estructurar su historia, Santi Cortegoso se inspira en Ciudadano Kane y elige como hilo conductor una charanga, uno de los elementos más característicos de las verbenas y fiestas de Galicia. La música, especialmente cuando se interpreta en directo por los propios actores, es siempre un acierto, y aquí actúa como un refugio emocional ante el panorama desolador que se narra. Porque Recoversión es, en última instancia, la historia de un mundo que llega a su fin y de unos protagonistas que se resisten a verlo desaparecer. La música, en este contexto, se convierte en un vehículo de alegría y consuelo.
El trabajo actoral en Recoversión es fundamental, ya que los intérpretes no solo deben dar vida a los personajes y ejecutar la música, sino también crear y transformar los espacios escénicos. Son versátiles, divertidos y, al mismo tiempo, profundamente conmovedores, logrando que el público entienda y empatice con sus miedos y preocupaciones. La combinación de historia, música y actuación hace que Recoversión sea una obra vibrante, capaz de emocionar y divertir a partes iguales. Además, es una de las pocas piezas teatrales que incluyen su propia escena postcréditos, un detalle que añade un último guiño de originalidad a la propuesta.

