Crítica | “Regresión”, Amenábar vuelve a lo que conoce

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Ficha técnica | Título original: Regression. Director: Alejandro Amenábar. Guión: Alejandro Amenábar. Reparto: Ethan Hawke, Emma Watson, Aaron Ashmore, Devon Bostick, David Thewlis, Dale Dickey, Aaron Abrams, Adam Butcher, David Dencik, Kristian Bruun, Matija Matovic Mondi, Janet Porter, Goran Stjepanovic. Género: Intriga, Thriller. Duración: 106 minutos. Año: 2015. País: España. Fotografía: Daniel Aranyó. Música: Roque Baños. Productora: Co-producción España-Canadá, MOD, Himenóptero, First Generation Films, Telecinco Cinema. Distribuidora: Universal Pictures España. 

Parece mentira que hasta el estreno de “Mar adentro” (2004) Alejandro Amenábar fuera el director más laureado del cine español de la época, porque desde que se llevó el Oscar a este hombre le llueven los palos.  Pero ese es otro tema. Ahora estrena “Regresión”, donde el director parece volver a aquellos thrillers noventeros que cimentaron su fama pero, ¿volverá a ser gracias a esta cinta otra vez ese faro de Alejandría (esto lo he dicho con mala baba, que conste) que guíe la cinematografía española o van a ponerle a caer de un burro de nuevo?

Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) investiga el caso de la joven Ángela (Emma Watson), que acusa a su padre, John Gray (David Dencik), de cometer un crimen inconfesable. Cuando John, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite su culpa, el reconocido psicólogo Dr. Raines (David Thewlis) se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Lo que descubren desenmascara una siniestra conspiración.

Amenábar demostró ya en “Tesis” (1996), su primer trabajo (y para mí el mejor), que sabía manejar con maestría las claves del thriller. Con un presupuesto ínfimo y un guión inverosímil, pero bien atado, consiguió dar el tono correcto para que surgiera una legión de fans que apoyaron sus dos siguientes incursiones en el fantástico que eran la irregular “Abre los ojos” (1997)  y su primer gran proyecto internacional “Los otros” (2001). El director se mostró como el Tarantino del fantástico y en español, es decir, un director posmoderno, cinéfilo esforzado que compone sus films como rompecabezas de películas que admira y a los que consigue dar una personalidad propia. Así, podíamos ver en aquellas películas influencias desde Verhoeven con “El tercer hombre”, “Desafío total” e “Instinto básico” a “Suspense” de Jack Clayton, pasando por “Vértigo, de entre los muertos” de Alfred Hitchcock.

Pero también como Tarantino, su cine cambió después de sus tres primeros films, contando ahora historias reales y más ambiciosas. Esto, aunque le valió el Oscar por “Mar adentro” (2004),  supuso su caída en desgracia con su film más ambicioso, “Ágora” (2009), puesto que se había alejado por completo de ese cine lúdico para ser un autor.

¿Dónde se encuentra “Regresión”? Pues aunque nos lo venden como un film emparentado con las tres primeras obras del realizador, realmente nos encontramos con otro drama inspirado en sucesos reales, ocurridos en Minnesota en los 90.  Espera, ¿esa frase no recuerda a “Fargo”? Pues sí. El film comienza como una adaptación aséptica de un film de los Coen y cuando digo aséptica es porque los hermanos siempre son viscerales y su puesta en escena nace de su propia inventiva visual, mientras el director de “Tesis” es analítico y todo plano está estudiado hasta el paroxismo, por lo que encontraremos algo visualmente correcto, pero no necesariamente emocionante (como le pasó en todo el film de “Ágora”). Tras los primeros compases de este thriller aparece el Doctor Raines (David Thewlis), un personaje que es mucho más importante de lo que puede parecer, y ahí la trama comienza a llevarnos al “Recuerda” de Hitchcock.

Como se puede ver, el director sigue siendo ese realizador posmoderno que toma de aquí y de allí, por lo tanto sabe que para lo que viene a continuación, una trama más que parecida a “La semilla del diablo”, lo más importante es hacer que se desarrolle bien la historia que nos quiere contar por encima de los golpes de efecto, aunque de estos hay bastantes. Y también como en el film de Polanski, todo el metraje está plagado de sucesos que bien podrían tanto ser reales como estar en la mente de uno de los personajes.

Amenábar, tras el fracaso de “Ágora” vuelve a lo que se le da bien, algo que tanto Hitchcock como Almodóvar en España, han hecho con anterioridad. Mientras vemos “Regresión” tenemos constantemente el recuerdo de “Tesis” y “Abre los ojos” porque hay elementos de ambos films (y hasta alguno de “Los otros”) diseminados por todo el metraje, pero con los 17,5 millones de euros que ha costado evidentemente la factura es superior. Lo que ocurre es que, sin destripar nada, es que esa etapa se le he quedado corta al director y quiere seguir siendo ese narrador/autor de sucesos reales y esto hace que al final se traicione a sí mismo, o quiera engañar en demasía al espectador, lo que hace que esa conclusión pueda ser totalmente insatisfactoria para el público que anda buscando el terror que se nos vende.

Otro problema es que el director tiene miedo al fracaso y su estilo visual está contenido porque estamos ante terror –más o menos– pero también porque tiene miedo a sobresalir, lo que hace que en ocasiones no quiera destacar visualmente elementos que en manos de los Coen o Hitch podrían ser fascinantes, pero por otro lado subraya innecesariamente otras, como por ejemplo, la homosexualidad de un personaje, algo importante en la trama, pero que no resulta sorprendente porque lo ha dejado caer ya antes, tanto visualmente en su primera aparición como por guión en el diálogo más innecesario del film.

Y en cuanto a diálogos, el habitualmente buen escritor de diálogos, aquí cae en demasiados tópicos y clichés. Afortunadamente, los salva rápidamente. Y ahí entro ya en el guión, un guión bien estructurado, pero tramposo, donde al principio hace encajar la trama de forma muy forzada. O peliculera, como se prefiera llamarla. El caso es que hay que hacer un salto de Fe para que todo lo que ocurre en el film sea creíble. A mí me parece que, aunque hay cosas que no hay por dónde agarrarlas, en general está bien llevado. De hecho Amenábar escoge al personaje justo para llevar la trama a un terreno que es el que más gusta a los fans del director. Vuelvo a decir, esto lo comento de manera que no destripe nada del film, pero realmente estamos muy lejos del film de género y esa necesidad de despistar al espectador, puede pasarle factura.

En cuanto a las interpretaciones hay que decir que todas son correctas, pero sin destacar. Hawke cumple dentro de su sosez habitual y Thewlis ni se esfuerza. En cuanto a Emma Watson que tiene aquí una oportunidad de lucimiento total, pero su parte final carece de la energía suficiente y esto también resto energía al film.

Recapitulando: Estamos ante un film con buen pulso narrativo e inteligente,  con interpretaciones correctas, pero que puede llevar a decepción por su desenlace. Estamos ante la prueba de que Amenábar es aún uno de los mejores directores españoles actuales, con un estilo eficaz, pero no es un film perfecto, ni mucho menos.

Vuelvo al principio. ¿Es este film la vuelta del Amenábar lauredado?,  Pues en este país en que el éxito no se perdona y menos tras un fracaso, equipararía a “Regresión” con “Jackie Brown” de Tarantino, un gran film, pero no de sus obras grandes, lo que todo el mundo aprovechará para dar palos y a señalarla como la gran decepción que no es. No será de sus films más recordados, pero al menos un 7 tiene en espera de que en su próxima propuesta se desmelene y cuente de corazón y no desde la cabeza, la historia, sea del género que sea.

Crítica: Juan Pablo Pérez-Padial