[Crítica] ‘Robocop’: película decente, decepcionante remake

[Crítica] ‘Robocop’: película decente, decepcionante remake

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Alberto Galisteo 20 febrero, 2014 0

La empresa OmniCorp ha colocado drones y robots a lo largo y ancho del mundo para guardar la paz. El único país aún reticente a aceptarlos es Estados Unidos, que tiene una ley prohibiendo su uso. Para influir en la opinión pública, la compañía se lanza a un nuevo proyecto: la creación de un cyborg, algo a medio camino entre humano y máquina, para mostrar la eficiencia de sus productos.

Ésta es la premisa de Robocop (José Padilha), el remake de la popular película de los 80 de mismo título dirigida por Paul Verhoeven. La cinta de Padilha construye una historia entretenida y correcta, con la búsqueda de Alex Murphy (Joel Kinnaman) de su propia humanidad como eje central. Las escenas de acción, sin ser apabullantes, resultan eficaces; de igual modo, los conflictos del personaje no llegan a plasmarse de manera extraordinariamente conmovedora, pero sí lo suficientemente fuertes como para mantener el interés. Quizá su segundo acto resulte un poco largo, pero más allá de eso, el film resulta bastante divertido.

No podemos dejar de señalar sus buenas propuestas. El mayor peso de la familia de Murphy en la historia ayuda a reforzar el drama del personaje y a la identificación del público con el mismo. Asimismo, la representación de los medios de comunicación en la película, con especial importancia del show The Novak Element (cuyo presentador es interpretado por un magnífico Samuel L. Jackson), sirve para parodiar la manipulación, la tergiversación y el sensacionalismo de la prensa. El uso de este mismo programa ficticio se emplea de manera muy acertada para estructurar las distintas partes del guion.

No obstante, hay varios problemas con esta nueva propuesta. Uno de los más graves recae en la ambientación. Todo parece demasiado limpio, demasiado correcto, demasiado aceptable como para admitir la idea de que un ejército de drones o la misma figura de Robocop es necesaria para preservar la paz. Sí, hay corrupción y crímenes sin resolver, pero nada fuera de nuestra realidad, nada tan exagerado como para que la respuesta deba ser una acción tan desproporcionada como dejar la seguridad ciudadana en manos de máquinas carentes de emociones.

Por otro lado, otro de los problemas más relevantes de esta película vienen dados de su naturaleza de remake. Sin entrar a comparar si una es mejor y otra es peor (ambas tienen sus virtudes y sus defectos), lo cierto es que el film de Verhoeven hacía un uso muy especial de la violencia, una violencia brutal, descabellada y sangrienta que se convirtió desde el primer momento en una característica intrínseca de Robocop. Este remake, sin embargo, está orientado a un público más joven y, por lo tanto, se convierte en una versión descafeinada de lo que se supone es Robocop.

Hay un detalle un tanto raro: la compañera de Robocop en la original, Lewis, aquí pasa a ser un hombre. ¿No puede haber una mujer involucrada en la acción?

En definitiva, Padilha ha dirigido una película correcta pero que no consigue salirse de la sombra del original. Ninguna de las nuevas propuestas consigue darle una identidad propia. Eso sí, insistimos, la película, con todos sus defectos, cumple su objetivo de divertir y entretener.

6’5/10.

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