Revista Cine

Crítica: Saga Crepúsculo – Amanecer, parte 1

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

La vida amorosa de Isabella “Bella” Swan no ha sido perfecta: se enamora de un vampiro, un lobo la desea y para colmo el final feliz de cuento de hadas no llega después de la boda. ¿Quién escribió esto?

Hemos esperado tres películas para llegar a un acuerdo que permita “satisfacer” (énfasis en satisfacer) las necesidades espirituales y físicas del dúo dinámico, por supuesto que olvidando al lobo y al despistado papá de Bella haciendo comentarios graciosos con los birretes de graduación. Después de una continua serie de escenas que demuestran  que no estaban bromeando al invitarnos cordialmente a la boda, porque hasta nos dieron pases VIP sin acceso restringido para ver los emocionantes preparativos y la constante introducción de personajes ignorados; es que por fin la pareja llega al altar de ensueño.

Siendo el final de la saga, es de esperarse cierta mejoría respecto a las películas anteriores, pero ya no es posible salvar lo que tres películas se encargaron de definir como un producto destinado sólo para los fanáticos. Este es el cuarto director que toma las riendas  y ninguno ha sido capaz de mejorar el material de Stephenie Meyer, entonces ya no tiene sentido pedirle peras al olmo, es lo que es y punto. El nuevo valiente en turno es Bill Condon, quien hace el mayor trabajo posible por ofrecernos bellas tomas de la boda del año, dándonos una perspectiva diferente a lo que un novato con IPhone es capaz de hacer y sobre todo algo digno de reconocer, es que les otorga a los protagonistas momentos agradables que nos permiten simpatizar con su abundante felicidad.  La primera mitad está dedicada a la inseguridad de Bella (Kristen Stewart) en su transición de adolescente con ganas, a esposa desesperada, y claro que se vuelve emotivo para el público femenino notar la forma en que la actriz interpreta esos momentos íntimos en el que toda adolescente sueña, es aquí donde se nota que al dividir la novela en dos partes permite que los personajes actúen más relajados de lo normal (aunque no dura mucho) y dando espacio a los detalles que no estaban presentes en otras cintas. Claro que para otros, todo el asunto de la boda y la luna de miel resultan letárgicos

Aún están presentes los interminables diálogos en donde nos explican las complicaciones de su amor imposible y Jacob (Taylor Lautner) no tarda ni cinco minutos cuando su camisa sale volando por los aires para salir huyendo, y luego regresa para ver a Bella después de la boda para volver a salir huyendo, y luego la ve después de la luna de miel para salir huyendo. Todo muy interesante.  Pero lo peor es la  incapacidad del director por manejar los elementos fantásticos de la trama , es un desastre que para mi beneficio fue causa de risas:  desde escenas de amor rompe camas, nativos brasileños, lobos hablando como si fuera una caricatura de Disney, Bella chupando un vaso de sangre con popote, vampiros practicando cesáreas y conversiones con mordiscos por todo el cuerpo. De por si que es difícil tomar en serio la trama, para salir con esto. Nunca pensé que esto se iba a convertir una auto-parodia al estilo de Una Loca Película de Vampiros .

Esta vez reconozco que la actriz Kristen Stewart me ha sorprendido, ya no es tan fastidiosa como antes. Todo su drama anti-aborto no fue tan sofocante como su drama pro-sexo y ahora estoy más interesado en su próxima película que se estrena el próximo verano. Me agrada más la actitud decisiva que ahora tiene el personaje al saber lo que quiere y no el calabozo de depresión al que nos tenía acostumbrados y aunque existe un poco de lo anterior con sus sueños eróticos brasileños, al menos se mantiene al mínimo. Lo mismo no puedo decir de su compañero de reparto Robert Pattinson que sigue igual que un témpano de hielo hasta que se entera de que va ser padre y eso me recuerda otra de esas cómicas escenas en donde organiza el equipaje con su hipervelocidad vampira porque el “pequeño imposible demonio” que Bella lleva dentro la está consumiendo como garrapata hambrienta. Luego tenemos a Taylor Lautner, con un personaje tan errático como las mareas de mar en donde de un momento a otro quiere matar a Edward y en otro los está ayudando a salvar a su amada de su tribu canina. Es en estos momentos donde el actor debe de sobresalir cuando una de las tres partes del libro esta dedicada a él, pero lo desperdicia con sus gestos de desprecio por espinacas que sólo un niño es capaz de hacer, entiendo que no existe mucho que el pueda hacer al constantemente huir en las escenas y creo que no se da cuenta que después de esta serie sus posibilidades de empleo no son prometedoras.

Ante la falta de un villano, es tiempo de recurrir de nuevo a la tribu de los lobos en un intento por hacer emocionante un conflicto que se supone debió de haber sido resuelto con un tratado al quien nadie le hace caso. En pocas palabras, la mitología de los Quileute es un “desmadre” de entender porque no se le dedico el tiempo necesario en otras películas para que la trama de Jacob tenga algo de importancia. De repente nos llegan con luchas de poder, abandonos de hogar, tácticas de guerra y hasta el termino de  ”imprimar” (que no suena del todo tan pervertido como parece). El resultado de tanto show termina en cinco minutos de efectos visuales que no llevan a ningún lado.

Al final todo termina en el inevitable destino de Bella, pero lo peor es que lo más emocionante ocurre después de los créditos con la amenaza de los Volturi, de quienes esperaba algo más que una breve aparición en un sueño.

Pues ya no hay mucho que decir, más que los libros resultan mucho mejor que las adaptaciones al cine. Quizás en algunos años más, alguien sea capaz de reproducir la saga con verdadera intención de ser una drama romántico con tintes de fantasía y no uno donde se muera uno de la risa.

Calificación: ★★☆☆☆ 

Trailer Saga Crepúsculo – Amanecer, parte 1

Por si existen algunos despistados que optan por ir a ver la saga por primera vez.

Crítica: Saga Crepúsculo (Twilight)

Crítica: Saga Crepúsculo – Luna Nueva

Crítica: Saga Crepúsculo – Eclipse


Volver a la Portada de Logo Paperblog