FAMILIA DISFUNCIONAL
Con un par de trabajos previos a sus espaldas ("La despedida" y "Café solo o con ellas"), el director y guionista madrileño Álvaro Díaz Lorenzo vuelve con una nueva comedia, titulada "Señor, dame paciencia", que del mismo modo que en las anteriores, se ha rodeado de un buen puñado de caras conocidas del panorama televisivo español. Jordi Sánchez en su eterno personaje gruñón y entrañable a la vez, Eduardo Casanova con otro rol que recuerda a su homólogo en "Aida", las hermosas hermanísimas Megan Montaner y Silvia Alonso, Salva Reina que vuelve a deleitarnos con otro personaje "tontuno" como el de "Villaviciosa de al lado", el guapete (entre comillas) David Guapo mismo alter ego que el visto en "Tu cara me suena", el "vigilante de la playa" guaperas Andrés Velencoso, una pasada de vueltas Rossy de Palma (como en "Anacleto, agente secreto"), y un cura muy "Hombres de Paco" llevado a cabo (como no) por Paco Tous.
Todos ellos forman, como he comentado anteriormente, un variopinto grupo de rostros televisivos conocidos que, sobre el papel y a priori, son buenos pretextos para orquestar una comedia de enredo divertida y entretenida. Sin embargo, tras visionarla en una sorprendentemente abarrotada sala cinematográfica, no paro de preguntarme: ¿Cuál es el principal problema que tiene esta comedia, con los argumentos antes expuestos, para que no funcione?
Tal y como un servidor lo ve, el problema reside en su ejecución. Me explico. Huelga decir que toda comedia de enredo (generalmente hablando) sigue unos patrones muy concretos: presentación de los personajes, planteamiento de una situación, un desarrollo en el que esa situación se enreda de sobremanera (la cual provoca la comedia pura y dura) y el desenlace de la función. Tras esta pequeña aclaración y prosiguiendo con la reseña de la película que nos ocupa, cabe puntualizar que el fallo está en el enredo del entuerto. En primer lugar, cabe decir que la presentación de los personajes está muy bien, el planteamiento de la sátira sobre el patetismo que destila el "facha" más clásico en yuxtaposición con las tendencias modernas y liberales de los años "milenial" está también bastante acertado (que por cierto, recuerda muchísimo a otras propuestas, como la estimable "Ocho apellidos vascos" y sobretodo a la divertidísima "Dios mío ¿Pero qué te hemos hecho?); no obstante, en el momento de enredar el entuerto... ¡Vamos! tal y como se dice, ¡de liarla bien parda!, la película naufraga de todas todas en un empalagoso y deslavazado buen "rollismo", perdiendo el rumbo como un barco a la deriva, comandado por un "listillo" e insensato capitán formado con tutoriales colgados en youtube. No hay embrollo al respecto, ya que la comedia está íntegramente sustentada en la repetición (hasta la saciedad) de clichés racistas y "futboleros" sin apenas gracia y salero, que definen una "comedieta" un tanto simpática (por el hecho de ver desfilar esas caras conocidas que os enumeraba al principio), pero totalmente prescindible y olvidable a los cinco minutos de abandonar esa sorprendentemente abarrotada sala cinematográfica de turno.
LO MEJOR: Un Jordi Sánchez que borda el personaje de hombre gruñón y entrañable a la vez, y un graciosete David Guapo (sobretodo en los tira y afloja con Sánchez).
LO PEOR: El desarrollo de un enredo que no es tal; es decir, que la trama va sin rumbo y a la deriva sin remisión.PUNTUACIÓN: ★★
Revista Cine
Crítica "Señor, dame paciencia", de Álvaro Díaz Lorenzo
Publicado el 07 julio 2017 por Mumbo @OMasti2012Sus últimos artículos
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