En tiempos de cólera, tales como nos acontecen las Navidades en estos días, el mejor remedio para la soledad y para la amargura, es el amor. Oh, amor hermoso y celoso, qué me traes hoy por aquí. ¡Pero si es una película romántica de John Cusack! Nunca pudo ser mejor. ¿Sabíais que John Cusack es uno de mis actores favoritos? Pues lo iréis descubriendo a lo largo de las semanas, porque tengo programadas algunas reseñas de él. Pero pasando de este actor, centrémonos en la película. Serendipity, un título extravagante y que no se olvida fácilmente. Entra en nuestra retina tanto como por nuestro oído. Finalmente, ¿es esta comedia romántica lo suficientemente buena como para regalarle nuestro tiempo, en estas estresantes Navidades?
Título Original: Serendipity
Año: 2001
Duración: 90 min.
País: EEUU
Director: Peter Chelsom
Guión: Marc Klein
Interpretes: John Cusack, Kate Beckinsale, John Corbett, Molly Shannon, Jeremy Piven, Eugene Levy,Bridget Moynahan
Lo cierto es que una buena película romántica no viene nunca mal. ¿Quién no disfruta de vez en cuando del romance adolescente que surge entre dos completos desconocidos? Si este es vuestro caso, en Serendipity tendréis una hermosa historia de amor entre dos almas que de nada se conocen pero que, por algo tan extraño como el destino, se atraen irremediablemente. Sí, suena bastante trillado, lo sé. Pero, ¿y si nuestra protagonista escurridiza fuera una obsesa del destino? ¿Y si para decidirse necesitara pruebas del azar? Por ejemplo: firmar un libro con su número de teléfono para venderlo en una tienda de segunda mano; si ese libro llega a tus manos, significa entonces que estáis hechos el uno para el otro. Por este camino es por donde se dirige este metraje tierno y simpático donde dos adultos, en unas compras de navidad, se conocen por casualidad y quedan prendados mutuamente (a pesar de tener parejas esperando en casa). John Cusack y Kate Beckinsale interpretan a dos prófugos del amor, a dos amantes en secreto en un universo en el que ni siquiera se conocen, y lo hacen con pasión adolescente, con gracia y muchísima ternura. Sus escenas juntos son especiales, entre ellos hay una química latente que agrada al espectador desde el primer momento. Los otros personajes son algo secundarios pero tienen muchísimo carisma: el amigo fiel de Jonathan (Jeremy Piven), la novia que está condenada a quedarse mirando cómo se desmorona su fantástica vida… hasta el novio de Sara tiene mucha gracia (siempre con sus conciertos de música estrambótica y sus mohines). Los escenarios no son nada del otro mundo: ¡estamos en Nueva York, por Dios! Y en plena Navidad. Ya podéis imaginaros qué clase de ambiente os encontraréis, con el típico parque de The Central Park, las nevadas románticas en el momento preciso… Un cuadro perfecto para una comedia romántica navideña. La música pasa desapercibida, al menos yo ya ni siquiera la recuerdo. Supongo que será como el doblaje, cuando uno ni se entera que existe, es cuando mejor está, pues su única función es ponerle chispa al momento, darle al interruptor de la magia y batir los cócteles. Sí, queridos lectores, me gustó Serendipity, me gustó porque es una película tierna y loca, que te hace reír con chistes elegantes y porque sus personajes son dibujos que se escapan del típico cliché. El director, el guionista y todo el reparto, hicieron un esfuerzo para que esta película no terminara pareciéndose a otras, tales como Family Man o Notting Hill. Tiene su propia esencia. Tiene su propio “Serendipity”.
Sin embargo, no hay que negar que la película cae en algunos tópicos americanos ya muy conocidos de antaño: las escenas cursis, la pista de hielo, el todo “felicidad y armonía, en esta Nuestra Nación” o el extraño flechazo que ambos personajes sufren, sin siquiera conocerse. ¿Estaríamos dispuestos realmente a dejar todo atrás por una ilusión? Tal vez no soy el romántico empedernido que creía y esta cuestión no me deja muy convencido. Si yo estuviera a punto de casarme, no lo dejaría todo por ir a buscar a una “Sara”, entre las miles de Saras que he conocido en mi vida. Por otro lado, como podréis imaginar, el final es algo previsible y, aunque saltas de emoción y sonríes porque, ¡oye! ¡es una comedia romántica!, también les reprochas que fueran tan obvios y básicos y que no innovaran un poco más: los golpes de efectos en el momento de siempre, el chiste (aunque gracioso) que siempre funciona…
Aunque no sea una cinta perfecta, resulta emocionante, divertida y tierna. Es una película perfecta para ver acompañado por ese ser especial al que quieres enamorar, para reírse en pareja y para ver en Navidad. John Cusack pone la guinda del pastel y os regalará millones de miradas de perrito abandonado que os derretirá en cuestión de segundos, pero dejando eso de lado, si os gustan las comedias románticas, creo que no podéis perderos “Serendipity”. ¿Quién sabe? Tal vez, que estéis leyendo esta crítica ahora mismo, significa que vuestro destino sea salir corriendo a verla.
→Lo mejor: Una película tierna y muy divertida. Es original dentro de lo que cabe. Los actores lo hacen bien, sobre todo John Cusack.
→Lo peor: cae en tópicos manidos y al final se vuelve predecible.
→ Puntuación: