No pasan ni cinco minutos cuando Taylor Lautner aparece sin camisa mostrando su atlético cuerpo como si se tratase de impresionar a las muchachas que ciegamente van a ver un thriller. Luego no pasan ni otros cinco minutos cuando lo vemos ser golpeado brutalmente para satisfacción de la audiencia masculina. Cualquiera pensaría que nos estaban leyendo la mente.
La trama es un desmadre. Creen que debemos de tomar en serio la idea de un terrorista ruso que creó un sitio web en donde aparecen las fotos de como se verían algunos niños en el futuro como adultos, luego contratar un subordinado para que este atento las 24 horas del día a que alguien llame preguntando por una de esas fotos, porque resulta que los padres que consideró como biológicos no lo son y quiere conocer la verdad. Lo peor es que es sólo un ejemplo de lo incoherente que resulta ser el libreto de Shawn Christensen. Está bien, se lo que piensan. En cierta forma se pide de nosotros como público cierto grado de incredulidad, pero esto es una burla.
Si esperaba Lautner con está cinta comprobar que es algo más que un producto del poder de la mercadotecnia, entonces su esfuerzo ha sido un completo fracaso. El chico no puede transmitir nada más allá de sus fruncidas cejas, cada vez que pretende emitir algún sentimiento de dolor es necesario realizar zoom a la pantalla (lo cual es imposible). Tanta persecución por salvar su vida se vuelve lo más interesante de está película, sus habilidades atléticas son de gran ayuda al director John Singleton para mantener el interés de la audiencia, que si acaso no se preguntará lo absurdo que resulta todo, al menos saldrá satisfecha en ver una pareja de jóvenes adolescentes ser brutalmente golpeados como muñecos de felpa.
Como en la mayoría de las aventuras, nuestro héroe no puede estar sólo, por lo tanto va acompañado de su amiga de la infancia llamada Karen (Lily Collins). No es difícil afirmar que funciona como excusa para ser objeto de un secuestro express, gritar cuando sea necesario y hasta ser la amante sentimental del témpano de hielo.
Los villanos son más desechables que los pañales para bebé. El líder del grupo terrorista Viktor Kozlow (Michael Nyqvist) existe para encontrarse la mayoría del tiempo hablando por teléfono , luego en el emocionante desenlace se expone ser asesinado, cuando pudo haber mandado a uno de múltiples ineptos asistentes. Y cuidado porque su mayor amenaza es asesinar todos tus amigos en la lista de Facebook. Lo peor es que no entiendo como fue que convencieron a Alfred Molina y Sigourney Weaver para estar en está película, no porque no sean cautivantes, es más, hubieran sido menos denigrante para las neuronas si miráramos ambos tomando café durante 90 minutos.
Esto resulta ser una versión pirata de la Identidad Bourne con un guión escrito por un borracho y en vez de Matt Demon tenemos a innegablemente famoso Lautner. Más vale que continué buscando otros géneros, porque dos películas de Crepúsculo, la máquina de dinero se termina.
Calificación: ★☆☆☆
Trailer – Sin Escape / Sin salida / Identidad secreta