Peter Parker y sus compañeros se van de viaje a Europa. Sin embargo, los planes de Peter de dejar sus deberes como superhéroe atrás durante unas semanas y de conseguir expresar sus sentimientos a MJ (Zendaya) se ven chafados cuando Nick Furia (Samuel L. Jackson) aparece y le pide su ayuda para poner fin al ataque de diversas criaturas, conocidas como Elementales, que están creando el caos en el continente, y tome así el legado que Tony Stark le pasó como Vengador a pesar de su corta edad.
El enemigo antagonista esta vez está interpretado por Jake Gyllenhaal quien da vida a Mysterio. Un enemigo previsible que, a pesar de alguna vuelta de guion, no sorprende más que con algún comentario que apunta visos de posibles tramas en un multiverso ya conocido por los fans de Marvel. Todo ello aderezado como siempre con unos espectaculares efectos especiales.
En general, es una entretenida comedia formato Road Trip con un Tom Holland que toma definitivamente el relevo a Tobey Maguire en la versión del arácnido de Sam Raimi del 2002. Se consolida en ese rol que parece que le va como anillo al dedo y que hace disfrutar tanto a mí como a muchos fans de la saga.
Muestra de ello son las noticias que llegan desde la taquilla, donde se confirma que "Spiderman: Lejos de casa" se ha convertido en la película más taquillera del superhéroe y es que con más de 970 millones de dólares acumulados se sitúa como uno de los mejores estrenos del año a punto de superar la barrera psicológica de los 1000 millones.
Mi puntuación: 8/10
David Sanmartí@ddsanmarti
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