Esta es una crítica sin spoilers.
Hace ya aproximadamente un año desde que la maquinaria de marketing detrás de Super 8 decidiera que ya era hora de asomar la cabeza y dejar claro que nada tenía que ver con Monstruoso. Y he ahí que lanzaron uno de esos teasers que consiguen aumentar la expectación hasta el punto en que con sólo ese material a muchos les basta para empezar a morderse las uñas y proclamar: “¡La tengo que ver! ¡Joder, si la tengo que ver!”.
Me llamó la atención y podría salir algo que quizá me gustara, pero sin causarme tanta excitación, pues no me dejo llevar por simples conjeturas. Más adelante ya se pudo ver un trailer de lo nuevo de J.J. Abrams y, lo que me impresionó mucho, un trailer interactivo que venía en el videojuego Portal 2. He de reconocer que me decepcionó bastante el hecho de ver que se trataba en realidad de una película familiar, niños inclusive.
Unos niños de lo más freak. Una pandilla a la que le encanta el género de terror, el cine fantástico y la ciencia ficción. Algo que salta a la vista con tan solo echar un vistazo al cuarto de los protagonistas: el número 475 de “Batman Detective´s Comics”, un número de la revista Creepy, una figura de The Creature From the Black Lagoon, maquetas como el caza TIE de Darth Vader, un Messerschmitt, un Stuka y un largo etc.
Pero ese amor no se limita al coleccionismo; película de 8 mm y cámara en mano, se dedican a filmar películas en formato Súper 8. No hace falta decir que esto será importante en la trama… (prefiero no dar ningún detalle para todos aquellos que se quieran ahorrar cualquier spoiler… aunque siendo consciente que esto limita en gran medida la crítica) Y con este detalle, el señor J.J. Abrams se marca un pedazo de homenaje a las películas de Serie B que me hizo salir con una sonrisa del cine.
El pensamiento inconsciente de un niño se refleja muy bien. Hay cosas que un adulto normal no haría. Sin embargo, tratándose de un crío las cosas cambian y se pueden permitir saltarse las reglas sin darse cuenta de ello. En este punto destaca el amigo pirómano, probablemente el personaje más divertido de la película. Sin embargo a veces llegaban a un histrionismo insoportable, especialmente Charlie, el niño gordito y mandón del grupo con aspiración a ser director de cine. Son niños lo sé, y por ello se supone que se les puede perdonar… Pero sencillamente, de vez en cuando me apetecía soltarles algún “¡Dejad de gritar ya, cojones!”
En el elenco de actores cabe destacar a Elle Fanning (que interpretara a una joven Cate Blanchett en El Curioso Caso de Benjamin Button y la hija de esta y Brad Pitt en Babel), hermana de Dakota Fanning (The Runaways, La Guerra de los mundos), que con 13 años sabe aflorar los sentimientos de su personaje de una forma muy convincente (algo que queda patente en una escena del corto de Charlie). Sin duda, una promesa en alza.
El argumento no alardea con giros de guion inesperados o diálogos brillantes. Al contrario: se mantiene mu sencillo y previsible y cae en muchos tópicos. El misterio que se cierne sobre Greenville en realidad está muy claro, y en momentos donde pretende transmitir tensión (muy al estilo Alien, enseñando lo justo), sabes que finalmente ocurrirá algo que tenderá al espectáculo, por lo que esa amenaza no me asusta en absoluto.
No obstante, estamos hablando de una película producida por Steven Spielberg, para toda la familia. Por lo tanto no es de extrañar encontrarnos con escenitas tiernas y, en fin, bastante ñoñas. Además ha querido homenajear a E.T., pero así como allí sí me creía lo que veía, en Super 8 veo un intento precipitado de meter la moralina típica de golpe y sopetón que no me puedo tragar porque me resulta incoherente con el resto de la película.
Super 8 es, en cambio, un homenaje al cine de los 80. De manera que su guion tiene una doble lectura: es muy simple, pero sigue los patrones y muestra a unos personajes estereotipados propios de aquella época. También tiene muchos guiños para los no tan peques, y resulta divertido ver a los protagonistas cantar My Sharona o al dependiente de una tienda explicando a un policía lo que es un Walkman. Desde este prisma, entonces Super 8 no lo hace tan mal como parece.
Así que nos encontramos ante una película floja en muchos aspectos y una decepción, aunque una interesante propuesta para la familia, especialmente para los niños. Como diría mi madre, “pues a mi me ha gustado. Me ha parecido entretenida”. Y si ellos salen contentos del cine… al menos nosotros habremos disfrutado de los guiños y del espectáculo.
Pero no nos engañemos, Super 8 es una película regular.
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