Crítica | “The equalizer (El protector)”, un protagonista demasiado perfecto

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Título: The equalizer (El protector)

Dirección: Antoine Fuqua

Guión: Richard Wenk

Reparto: Denzel Washington, Chloë Grace Moretz, Melissa Leo, Haley Bennett, Marton Csokas, Dan Bilzerian, Bill Pullman, Vladimir Kulich, Johnny Messner, Robert Wahlberg, David Harbour, Meredith Prunty, Chanty Sok, David Meunier

Género: Acción, Thriller

Duración: 128 minutos

Año: 2014

País: EE.UU.

Música: Harry Gregson-Williams

Fotografía: Mauro Fiore

Productora: Columbia Pictures / CBS Films / Escape Artists / Lionsgate

Distribuidora: Sony Pictures Spain

De la mano de Antoine Fuqua (“Training day”, 2001) nos llega la historia de un protagonista que tiene elementos más propios del súper héroe que del ser humano.

Estamos ante una película de estructura clásica pero que, sin embargo, no lo es tanto. A pesar de jugar con los trucos y estrategias del guión convencional, “The Equalizer: el protector”, es atípica en cuanto a posicionamiento y seguimiento de tramas. Es decir, las tramas se pierden para dar paso a otras. Muchos personajes introducidos durante el primer acto desaparecen completamente, simplemente sirven como detonante para empezar a contarnos la historia de Robert McCall (Denzel Washington). Un protagonista que empieza como el típico tipo simpático y buenazo que ayuda a los más débiles, de alma solitaria y con pasado traumático. Sabiendo esto ya sabemos por donde van a ir los tiros, literalmente.

A partir de ahí, todo se transforma en una sucesión de tramas y subtramas que van desde la salvación hasta la venganza, las guerras de mafia, la corrupción policial, la redención del protagonista… Historias que ya conocemos y que ya hemos visto mil y una veces. Lo bueno es que se introducen tantos elementos y va saltando de un lugar a otro en tantas ocasiones que logra captar nuestra atención. Lo malo es que está plagada de lugares comunes pero, sobre todo, que el protagonista, aún con su pasado oscuro (prácticamente no se ahonda en el tema), es casi perfecto. Nunca muestra un ápice de vulnerabilidad, nunca se ve asediado contra las cuerdas y nunca está a punto de morir, es una máquina de matar de precisión perfecta e inhumana. Es decir, al final acaba siendo poco creíble.

Denzel Washington está a nivel interpretativo medio, le ha tocado hacer un personaje que siempre muestra el mismo rostro impasible pero lo peor es lo poco aprovechada que está Chloë Grace Moretz. Su personaje forma parte de una de esas subtramas perdidas en el limbo de la narrativa. Aún así y aunque un poco cogido por pinzas, todas las historias acaban cerrándose, se agradece.

Estamos entonces ante una película que, aunque intenta ser algo diferente a las de su género, acaba siendo una más. “The Equalizer: el protector”, a pesar de su larga duración, entretiene y divierte en ocasiones pero no es ni de lejos el mejor trabajo de Antoine Fuqua.

Crítica: Antonio Garrido