[Crítica] The Shine of Day: Buen proyecto de no tan buen resultado

En todo festival de cine uno ha de ver un poco de todo, ya que subiéndose solo al carro de los éxitos los apreciará menos de lo que se merecen, y lo mismo ocurre en el caso contrario, que las proyecciones de menor nivel gustan aun menos si no se tiene con qué compararlo. Después, hay películas que deambulan en un limbo entre ambos niveles, y The Shine of Day, a pesar de resultar interesante en algunos aspectos, pertenece a ese nivel. Claro que una proyección nocturna no ayudó al disfrute de una película de lento recorrido.

Argumento

The Shine of Day, como nos explicó la propia directora antes de la proyección, nos narra la real historia de Philipp, un joven y exitoso actor de teatro que se re-encuentra muchos años mas tarde con su tío Walter, con el que siempre ha tenido muy poco afecto debido a la mala relación entre él y su padre, aunque ambos deciden que podría ser hora de recuperar ese tiempo perdido.

Mientras que Philipp siempre está ocupado con multitud de obras en diferentes ciudades y países, Walter debido a su edad no consigue encontrar trabajo, lo que le deja más tiempo para poder disfrutar de la poca vida social de su sobrino, y para acompañarle a alguna que otra obra. Pero el aburrimiento de Walter cambia cuándo un día, uno de los vecinos de Philipp le pide que cuide a sus hijos. Los niños le devuelven la alegría a Walter, quien no se cansa de presumir lo buen circense que era antaño, y con cuantos osos había luchado hasta que se prohibió ese tipo de espectáculo. Rápidamente le coge cariño a los niños y empieza a preguntarse dónde estará su madre.

Dirección y reparto

La propia directora como he citado antes, comentó a los espectadores que se trataba de la vida real de los actores, en otras palabras, se trataba prácticamente de un documental. Un documental que a pesar de tener unas actuaciones geniales de sus dos protagonistas, Philipp Hochmair y Walter Saabel, se queda muy corto en cuanto a dirección y guión, un trabajo compartido por Tizza Covi y Rainer Frimmel, ya que la trama no da para la aun así escueta duración de la película (menos de hora y media).

Por supuesto aquí entramos en el libro interminable de los gustos, pero la cinta se hace bastante pesada, con una falta total de ritmo hasta casi sus minutos finales en los que la película da un giro bastante atractivo que despierta en ti una mayor atracción por el film, pero es en pleno suceso del giro cuando de repente aparecen los títulos de crédito para la sorpresa y el desconcierto de todos los espectadores.

Veredicto

Poco queda más que decir que no haya mencionado ya. Como documental para los amantes del género puede llegar a funcionar, pero muy difícilmente lo hará como película.

Atrayente en ciertos momentos, y dejando una sensación de que la idea es buena (ya que no todas las vidas son dignas de documental), pero nunca llega a explotar. Algo que no ayuda son las conversaciones y anécdotas, las cuales se repiten con mucha frecuencia, llegando a aburrir casi durante toda la proyección y con un final mas propio del capítulo de una serie, o de una película perteneciente a una saga que a la de un documental.