David R. Ellis se ganó mi respeto cinematográfico después de dirigir “Cellular” y ”Destino final 2″, en mi opinión la mejor de la saga por ese espectacular accidente en la autopista, unas muertes geniales y la vuelta de lo mejor de la primera parte: Ali Larter. Ahora, nos trae “Tiburón 3D, la presa”, una película hecha única y exclusivamente para pasar el rato, no pensar mucho (más bien nada) y ver algún que otro efecto 3D.
La trama de esta película es muy simple: Un grupo de jóvenes van a pasar un fin de semana a la casa del lago de uno de ellos. Poco después de llegar sufren el ataque de un grupo de escualos cuyo origen tiene tan poco sentido como todo lo demás ya que el guión es hilarantemente estúpido. Tanto es así que se nos escapó más de una carcajada ante alguna situación rocambolesca o frase lapidaria. La explicación de cómo se hizo la cicatriz “tan espantosa” el mini Casper Van Dien es demasiado para el body.
Está claro que “Tiburon 3D, la presa” quiere seguir los pasos del remake de “Piraña (2010)”, una película de serie B que se enorgullece de serlo y se ríe en la cara de todos los que osen tomársela en serio. Por desgracia la película de Ellis se queda a medio camino de todo, tanto de reírse de sí misma como de ofrecer un espectáculo lleno de Sangre, Muertes gore y buenos actores interpretando papeles mediocres. Y es que el director parece ser el único que sabía el tipo de película que estaban rodando.
Los actores son simplemente penosos. La única que se salva es la protagonista, Sara Paxton (Annasophia Robb con pechugas), pero entre tanta silicona y encefalograma plano, ni siquiera te das cuenta. Curiosamente el director ha intentado crear un nuevo Chris Evans (actor que él mismo descubrió al gran público en “Cellular”) pero el pobre Dustin Milligan no le llega ni a la suela.
Técnicamente la película no está mal. Es la típica hecha expresamente para 3D, lanza cosas a la cara del espectador y debe tener bastante profundidad. Además los tiburones no están tan mal hechos como cabría esperar. Eso sí, la fotografía es lo peor que he visto en muchísimo tiempo.
Conclusión: Para poder disfrutar de “Tiburón 3D, la presa” tienes que saber exactamente lo que vas a ver (el título no deja lugar a dudas). Eso sí, la hora y media de metraje se pasa increíblemente rápido y si te la tomas a coña es muy divertida.
Nota: 4,5