Crítica: Tron Legacy

Tron Legacy llega hasta nosotros casi 30 años después de que lo hiciera su predecesora. Ésta, como casi todas las películas de culto no fue un gran éxito de taquilla pero de alguna forma quedó impresa en las retinas de la gente por su avance tecnológico y su original visión de un mundo digital en el que las motos van dibujando su mortal recorrido.

La Disney ha hecho un magnífico trabajo de producción y distribución de la película pero para muchos ha quedado claro que debería haber puesto más empeño en hacer una película de espíritu ochentero y no otro blockbuster al uso.

Pero vayamos paso por paso: Lo primero que cabe destacar de Tron es su vestuario (que ha costado ni más ni menos que 13 millones de dólares) y su diseño de producción. Cierto es que bebe (demasiado a veces) de otras películas como Star Wars o Matrix pero no deja de ser impresionante y digno de ver. La gran pregunta es si hacerlo en 2D o 3D. Nosotros lo hicimos en 3D. Esta vez nos hicieron picar de nuevo por aquello de que está grabada directamente para este formato, que realmente aportaba a la película y etc. etc… Pues bien, hay que tener en cuenta que las gafas quitan bastante luminosidad y que la película es muy muy oscura (aunque haya miles de lucecitas por doquier). A mí personalmente los efectos en 3D no me parecieron nada espectacular, vamos que no es de las mejores que he visto en este formato ni muchísimo menos. Avatar o Cuento de Navidad le dan mil vueltas.

Uno de los fallos más claros de Tron Legacy es la falta de emoción en unos personajes que parecen ser tan fríos como los bits del programa en el que se hayan inmersos. El reencuentro de Sam Flynn y su padre es una de las mejores muestras de esto. No tiene que ver con las actuaciones (Olivia Wilde es, junto a Jeff Bridges, la mejor de la película por cierto) aunque hay personajes demasiado histriónicos (Castor interpretado por Michael Sheen) cuyo único fín parece ser hacer la película más tediosa y lenta.

La trama es bastante lineal y quizá un poco simplona, centrándose más en las setpieces que otra cosa. Y a pesar de que sí que hay bastantes y muy bien realizadas, Tron Legacy sufre un bajón bastante importante a mitad de metraje del que afortunadamente se recupera en el tramo final (algo que no pasaba con Tron).

Por otro lado, la banda sonora de Daft Punk es genial pero la noté mucho más ausente de lo que esperaba. Sólo en momentos muy puntuales ayuda a crear atmósfera entre las luces del mundo virtual.

Conclusión: Tron Legacy no es lo que todos esperábamos de ella. Su entrada en taquilla es la prueba de ello. Después de unos trailers espectaculares no me ha quedado más remedio que salir un poco decepcionado. Dejando de lado algunas pequeñas lagunas en la trama, lo que más he echado en falta es algo más de sentimiento. Visualmente es alucinante, sí pero pensándolo bien no deja de ser lo mismo durante hora y media (algo que por ejemplo en Star Wars no pasa, con miles de criaturas, naves y planetas) y el 3D desde luego no aporta demasiado. Pero a pesar de todo esto es una buena actualización de una película tan icónica como Tron. Muy entretenida la mayor parte del tiempo y muy bien rodada también. Se queda en el medio, no es lo mejor pero tampoco lo peor de este 2010.