"Antes de Charles Xavier y Erik Lensherr se convirtieran en Profesor X y Magnet, eran simplemente dos jóvenes descubriendo sus poderes.
Antes de que fueran enemigos acérrimos, eran amigos cercanos y trabajaban juntos, junto a otros mutantes para detener la mayor amenaza que el mundo haya conocido. En el proceso, una grieta entre ellos los separó dando comienzo a la guerra eterna entre la Hermandad de Magneto y los X-Men del Profesor X."
En el 2000 pudimos ver de la mano de Bryan Singer la adaptación cinematográfica de uno de los comics más populares del universo marvel sobre un grupo de mutantes que busca integrarse a una sociedad que les teme. Su trabajo fue más que digno y le dio crédito para una segunda entrega que elevó el producto aun más. Lamentablemente en la tercer parte se notó la ausencia de su creador y aunque ligeramente cumplió las expectativas a nivel económico, la calidad de la misma disminuyó considerablemente.
Con esta pequeña señal de agotamiento, sumado a las devastadoras críticas recibidas por el spin off de Wolverine, la productora se veía obligada a tomar una decisión radical si no quería destruir la saga. Es acá donde surge "x-men: first class", precuela que narra los comienzos de dos de sus personajes más importantes Charles Xavier y Erik Lensherr antes de convertirse en el profesor X y Magneto respectívamente.
Debo admitir que la jugada de la fox ha salido muy bien, la película dirigida por Matthew Vaughn es un verdadero espectáculo. En tiempos donde las precuelas solo sirven de excusa para continuar recaudando, el director aprovecha la ocasión para contarnos una historia atrapante. Me alegra mucho por él ya que con "Kick ass" realizó un gran trabajo pero no tuvo una buena performance comercial. Esta vez los pronósticos parecen ser mucho más alentadores en ese sentido.
La acertada decisión de iniciar la película de la misma manera y con planos calcados a la película del 2000 mostrando a un Eric Lensherr separado de sus padres por el ejército nazi y dando a conocer por primera vez su condición de mutante, nos conecta desde un principio a la trilogía original.
Vaughn se arriesga anteponiendo el desarrollo de sus personajes por sobre la acción que si bien no escasea, esta aplicada en su medida justa y necesaria. Uno logra conectarse con cada uno de los mutantes y así poder comprender sus actos y decisiones a lo largo de todo el metraje. De esta manera se explota la mayor virtud del universo "x men", una historia que trasciende de todos los clichés típicos de los superheroes para enfocarse en los miedos, las inseguridades, las desigualdades y el rechazo a ser diferente.
Con respecto a las actuaciones hay varios puntos fuertes, empezando por los más experimentados James McAvoy, Michael Fassbender y Kevin Bacon. Los tres fueron muy bien elegidos luciendo sus personajes a la perfección. Se desaprovecho a Jason Flemyng casi sin diálogo y a Oliver Platt en un papel bastante breve para un actor de su currículum. Del resto del reparto se pueden destacar a los jovenes Jennifer Lawrence y Nicholas Hoult a quienes se les augura un futuro prometedor.
Un detalle que cabe destacar es el respeto por el idioma que se mantiene durante toda la cinta. No creo que a muchos le importe pero me parece mucho más creíble que los actores manejen diferentes lenguas cuando las circunstancias lo requieren. No me gusta que se utilice al inglés como el idioma oficial mundial.
El otro detalle en este caso negativo, y que solo a los argentinos les interesara (o no) es la absurda ambientación que se le dio a Villa Gesell en un momento determinado de la película. A juzgar por su paisaje, la ciudad costera parece ser confundida por otra de las tantas villas que hay en Argentina, en este caso La Angostura. Es obvio que a los americanos no les debe importar en lo más mínimo pero son pequeños detalles que se pueden evitar de manera tan simple como buscar en google el nombre de la ciudad que deseen y ahí podrán ver un centenar de imágenes de la locación. En fin, minucias que no alteran el producto.
Volviendo al tema que nos compete y a modo de cerrar la idea, "x-men: first class" resulta una oportunidad real de mostrarnos toda la antesala a los hechos narrados por Bryan Singer. Una historia sólida y entretenida que nos permitirá identificarnos con cada uno de sus personajes. Aún sin varios de los mutantes más queridos por los fanáticos, podremos disfrutar de un grato espectáculo que seguramente será la base de una nueva trilogía.