Sin embargo, y no me arrepiento de ello, quiero contaros la cantidad de pros que he encontrado para correr esta carrera y los escasos contras para no hacerlo. Al final de la entrada me gustaría muchísimo que dejaseis un comentario con vuestra opinión, vuestra experiencia y vuestras sugerencias de mejora. Hay gente de la organización que lee esta bitácora.
LA CRÓNICA. MI PADRE: PRIMERA CARRERA POPULAR:
Un año más, no pensaba correr esta carrera. Llevo varias semanas recuperando la forma y el ritmo habitual de entrenamiento pensando en la maratón de Murcia. Por tanto, ir a correr de forma "pausada" a Sevilla y gastarme 5,5 euros no entraba en mi cabeza.
Sin embargo mi padre había comenzado a hacer cosas raras en su cuenta de Strava. Cuando consultaba sus tiempos veía que salía a andar a una velocidad inusualmente alta para alguien que va "caminando". En mi cabeza pensaba que estaría haciendo marcha. Pero me equivocaba.
A unos días de la carrera me pidió que fuésemos juntos al centro por la mañana. Pobre de mi que no me percaté que ese día abría el proceso de recogida de dorsales en el mismo centro de Sevilla. A los pocos minutos de encontrarme con mi padre, se descubrió el pastel.
Después de tantos y tantos años viéndome correr, mi padre se estuvo preparando para hacer su primera popular a mi lado. No daba crédito. Quizás sea una nimiedad, pero me ilusiona mucho poder correr con gente a la que quiero, motivarlas y sobre todo, verlas disfrutar.
Una de las personas a las que convencí como corredora :)
Con esta primera parte de la historia, espero que vayáis entendiendo cuál es el sentido de la Nocturna del Guadalquivir. En mi cabeza no estaba competir, no estaba hacer marca, no estaba ir rápido. En mi cabeza sólo me ilusionaba pensar en poder disfrutar de correr con mi padre rodeado de miles de Sevillanos pasándolo bien.
El día de la carrera nos pusimos nuestra camiseta naranjita y fuimos directos hasta el lugar de salida, allá por el pabellón de México en la Avenida de la Palmera. Eran las 21 de la noche y el lugar estaba atestado de gente y aún faltaban muchísimas más personas por llegar.
El ambiente era espectacular. Toda la avenida (que es gigantesca) totalmente acotada y cerrada por y para los corredores. Un macro arco de salida de hierro con focos y pantallas de imagen junto a los principales cajones de salida (llenos prácticamente desde primera hora). Múltiples accesos para entrar a la zona de salida, fotógrafos captando el momento, gente riendo, disfrazada, saltando. Brutal.
A escasos minutos de darse el inicio la avenida estaba "hasta la bola" de gente con la camiseta naranja. Eramos una auténtica marea fosforito en la ciudad de Sevilla. Mirabas al frente y todo naranja en el horizonte. Mirabas a tu espalda y todo naranja. Éramos el "orange power".
La cuenta atrás, chulísima. Miles de voces al unísono gritando a destajo. Con el pistoletazo todos nos giramos para ver en las pantallas a los primeros corredores salir lanzados. El resto de mortales tardamos como 5-7 minutos en empezar a correr.
Mi padre estaba super emocionado, o al menos así lo veía yo. Desde el primer momento se puso a correr, ¡a correr!. Algo que jamás se me hubiera pasado por la cabeza. Y lo hacía francamente bien. Estuvo durante más de tres kilómetros mitad en silencio, mitad riendo, corriendo sin parar. De verdad que estaba alucinado con mi padre. Además, haría su primera carrera con una tendinitis que le estaba causando un terrible dolor e impotencia funcional desde hacía semanas. Con dos cojones. Estaba muy orgulloso de él.
El ambiente a nuestro alrededor era mágico. Los corredores éramos un todo, un gigante disperso que arrasaba con las calles de Sevilla. A los lados miles de familiares, amigos y vecinos coreaban, gritaban o aplaudían a los corredores. La ciudad estaba volcada con el evento.
Al llegar al kilómetro 4, allá por Ronda Capuchino me llevé un pequeño palo. No había agua. No entendí muy bien el porqué, pero la gente se apelotonaba, se atacaba y se agobiaba al llegar a los puestos vacíos de nuestros laterales. En mi caso no me hacía falta agua (puedo estar hasta 15kms sin beber) pero me preocupaba mucho que pudiese beber mi padre.
La temperatura era agradable pero hacía bastante bochorno, más aún si cabe estando rodeado de tanta gente generando energía y calor por doquier. Estábamos sudando como cochinos. No lo he mencionado pero de nuevo, espero que tengáis la oportunidad de ver imágenes del paso por debajo del puente de Plaza de Armas, ese momento es la leche.
A partir del kilómetro 6 fuimos aminorando la marcha y aumentamos la cantidad de tramos que pasábamos andando. En ningún momento nos quedamos "desamparados. La marea nos estuvo rodeando hasta la entrada en meta. Por mi parte, veía cómo mi padre estaba sufriendo y cómo evitaba pararse demasiado para que no le doliese la pierna.
En esos momentos, recordé lo mal que lo pasé en los 101 kilómetros de Ronda y sentí muchísimo que su primera carrera fuera a estar marcada por la amargura del dolor. Sin embargo el campeón siguió adelante y me demostró que no sólo sabe correr, sino que lo hace de
La entrada en meta fue simplemente épica. Volver a pasar por el arco de salida/meta metálico, con toda la iluminación dándonos de lleno, viendo a Juan Garrido animando el cotarro como un auténtico crack y entrando los dos juntos..buff, indescriptible.
El abrazo que me dio mi padre fue de las mejores experiencias que he tenido en este deporte, sin dudas. Él siempre ha estado en mis carreras apoyándome, animándome, ayudándome o simplemente bromeando con el "Corre Forrest, Corre". Y seis años más tarde (desde que debuté en esta carrera), lo estaba haciendo él, mi padre, mi héroe.
Por supuesto tras terminar, la foto de rigor para el recuerdo que en próximos días enmarcaré con orgullo para lucirla en el salón de mi casa. Quiero pensar no sólo que estoy orgulloso de mi padre, sino que gracias a esta carrera, él también ha sentido el gusanillo de correr, que la ha disfrutado y que le ha tocado el "chip" para volver a repetir. Gracias, Nocturna del Guadalquivir.
LA CRÍTICA. ¿MÁS CORREDORES, MENOS CALIDAD?
En esta ocasión decidí tomarme la carrera como lo que es: una simple carrera popular. Aquí el objetivo era disfrutar junto a la persona que quería, pasarlo bien, hacerlo a un ritmo "de coña", vivir el ambiente y...¿porqué no? disfrazarme o ponerme algo gracioso encima.
Partiendo de esa idea, la carrera es de 10. Si tu vas con la intención sólo y exclusivamente de pasarlo bien y no tienes prisa: apúntate. Si vas para otra cosa, abstente y vete a entrenar al parque o a correr otra popular competitiva. La nocturna actual no está para corredores "pro".
La primera crítica viene referida a la cantidad. Pese a que este año se han vendido menos dorsales, el número de inscritos sigue siendo excesivo para las infraestructuras que dispone la organización. He visto vídeos de otras carreras españolas con mayor número de inscritos, y están mucho mejor organizadas y con más medios técnicos que la prueba sevillana.
En relación a esta primera crítica sigo pensando que el precio de 5,5 euros es caro para lo que dispone la prueba. La bolsa del corredor siendo franco, era una absoluta mierda. Una mierda muy gorda. Una camiseta, la medalla, mierda propagandística y un botecito de KH7.
No entiendo en qué cojones se gastan los 5,5 euros y todos los patrocinios que da esta carrera, sinceramente. Creo que con el precio que pagan los sevillanos y teniendo en cuenta el aumento de los inscritos, se podrían mejorar muchísimas cosas. Por ejemplo: música durante el recorrido, algún espectáculo durante el evento, mejoras en los obsequios al corredor, zona de fisio-podología, un sistema más completo de fotografía y vídeos, etc.
Por tanto, me mantengo en mis trece de que las arcas sevillanas se llevan un dinerito muy curioso a costa de los sevillanos. La carrera es la leche, sí. Pero puede mejorar muchísimo. Habría que ver en qué se gastan el dinero y el porqué tiene tantas carencias logísticas.
Mi segunda crítica va en relación al tema de la medalla. Darla antes me parece una soberbia tontería. Sería muchísimo más épico y genial que hubiera voluntarios en meta colocando de forma ordenada las medallas a los finishers. De esta forma también se controlaría el goteo de corredores hacia la zona de avituallamiento y se evitaría que la gente se quedase en meta.
En el tema avituallamientos he preferido tomármelo con filosofía. Por una parte sigue existiendo una grandísima falta de buenos modales y de civismo por parte de muchos, cientos de corredores. Dudo mucho que el avituallamiento hídrico del km 4 se agotase por falta de agua. Más bien quiero pensar que hubo gorrones y agonías que agotaron las reservas previstas antes de tiempo. Lo cuál también debería haber sido previsto y controlado por la organización.
En el tema avituallamiento final, más de lo mismo. Ver a personas con cuatro-cinco botellas de powerade en brazos, con cajas de agua o de la bebida isotónica, la barra de cerveza que parecía un apocalipsis zombie, y la gente luchando por beber me pareció una soberbia vergüenza.
Intentando no empañar el buen sabor de boca que llevábamos, pillamos una botellita de agua y nos marchamos. Pero seriamente...hace falta un control de lo que se lleva la gente y un control de la forma de repartir el avituallamiento. No puede ser una batalla viva, y mucho menos disponer espacios tan pequeños de reparto.
Lo peor fue ver a un grupo de chavales apoyados en un muro (eran cuatro) y encima de este, unas 20 botellas de bebida isotónica. Lo que no puede ser es un puestecito de cerveza, y doscientas manos intentando luchar por coger una maldita cerveza. Lo que no puede ser es una cola de 20 minutos al menos, para poder pillar algo de beber. No, puede, ser.
Por último y de forma anecdótica quiero comentar que este año la organización, con vistas a intentar hacer bulto o llenar el número de inscritos...ha hecho cosas muy raras con los dorsales. Personalmente quiero pensar que no ha habido manipulación alguna en los números dados a los medios de comunicación, pero dudo mucho que se halla llegado a los 20.000. Deberían plantearse el porqué de este gran bajón y luchar por mantener a los corredores.
En su día también comenté que la campaña de marketing me pareció una auténtica basura, especialmente un cartel promocional que no me dice nada y que muestra a "corredores" que por muy conocidos que sean en el mundo del atletismo, al resto de sevillanos no les dice NADA. El futuro de la nocturna del Guadalquivir pasa por abogar por la juventud, el público femenino y por mantener a los veteranos de esta gran prueba. O lucha por ello, o seguirá perdiendo gente.
Una vez comentada la parte "hardcore" paso a los agradecimientos. Encomiable el trabajo del speaker Juan Garrido, gran profesional en su trabajo. Enhorabuena a los organizadores de la carrera que espero lean esta entrada y se apliquen más para el año que viene, estoy seguro de que podéis hacerlo mucho mejor. Felicidades a todos los corredores que consiguieron terminar ayer y dejarse picar por el gusanillo del running.
Felicidades a las Guerreras Running que ayer pusieron gran parte de su gran personalidad en hacer de la Nocturna la carrera del futuro. Hacedme caso, este grupo de chicas, son la caña. Felicidades a los voluntarios por su labor de gestión y de ayuda a los corredores, especialmente a la ancianita que nos dio una botella de agua en la zona de llegada.
Y por último muchísimas gracias y felicidades a todos los sevillanos que salieron a la calle a animar, que hacen grande esta carrera popular y que demuestran año tras año que el atletismo en Sevilla no está muerto, sino que está mal planteado. El año que viene, estaré ahí.
Espero que os haya gustado la crítica/crónica y que dejéis por los comentarios o por las redes vuestra opinión. Gracias a ellos podremos mejorar entre todos esta gran prueba y disfrutarla aún más el año que viene. Recuerda compartir la entrada con otros corredores.