Hace poco un lector hacía una crítica sobre las cocinas diáfanas con la que no estoy de acuerdo. Él las llamaba ‘cocinas-escaparate’ porque dudaba que se cocinara ahí y decía textualmente que “las cocinas deben ser independientes por una cuestión básica de higiene y de olores”.
La cuestión de higiene y olores no tiene nada que ver con la distribución de una cocina, sino con tener electrodomésticos eficientes, en este caso una campana extractora adecuada y con la limpieza. Es cierto que si se tiene una cocina así el orden y la limpieza tienen que llevarse al día, nada de limpieza general sólo 2 veces al año, encimeras sucias a diario, cacharros en la pila y cocinar sin limpiar después. En eso se basa la higiene, en mantenerlo todo limpio todo el tiempo.
En cuanto a los olores, otra lectora replicaba diciendo: ” he vivido en un piso con cocina integrada y no olía para nada, tenía una buena campana y solucionado. Ahora vivo en un piso en el que la cocina está separada, la campana es nefasta, y huele todo el piso, aún cerrando las puertas…” y le doy toda la razón porque he vivido personalmente las dos circunstancias y me quedo de lejos con la primera.
Me gustaría de verdad acabar con el falso mito de las cocinas diáfanas, los olores y la suciedad. Una cocina es sucia porque no se limpia, no lo olvidemos y lo de los olores, no hay nada que dure eternamente, ni que una buena campana extractora no pueda solucionar. Yo apuesto por estas cocinas porque en ellas se puede además socializar, no solo trabajar y disfrutar ademas de toda la casa al mismo tiempo. ¿Qué pensáis de todo esto vosotros? ¿A caso esta a continuación no es una maravilla? :) ¡Feliz miércoles!
Vía: Stadshem