Año: 1986
Director: Stephen King
Reparto: Emilio Estevez, Pat Hingle, Laura Harrington
Duración: 97 minutos
Productor: De Laurentiis Entertainment Group
Máquinas asesinas. Al leer este concepto a todos nos viene a la mente la famosa película donde las máquinas se rebelan contra la humanidad hasta casi su extinción. Pero hoy trataremos de otro producto, de la misma década.
Imaginad que un cometa pasa cerca de la Tierra, a una distancia suficiente como para que las partículas de su cola penetre en nuestra capa. Imaginad ahora que esas partículas afectan a las máquinas, volviéndolas inteligentes y (cómo no) destructivas. Eso es La Rebelión de las Máquinas (o Maximum Overdrive), adaptada de un relato corto de Stephen King (quien también dirige la película, su primera y última vez como director del séptimo arte).
La esencia de la película es en mostrar a los objetos cotidianos de nuestra vida que funcionan con motores, o simplemente con tecnología, intentando acabar con nosotros. Empezamos viendo puentes levadizos que se levantan solos, máquinas de refrescos que lanzan latas a la cabeza de la gente, un corta césped y un cuchillo eléctrico asesinos... hasta llegar a las máquinas más temidas: los camiones.
Así es, los grandes vehículos a motor toman vida y se ganan el papel de antagonistas en una lucha que tiene tiempo limitado: los efectos pasarán cuando el cometa salga de la órbita. Sin embargo, hasta los propios camiones asesinos saben que no pueden vivir sin los humanos (alguien tiene que enchufarles la manguera de la gasolina al depósito para que puedan seguir avanzando). Y en esta lucha de supervivientes se debaten varios personajes, atrapados en la parada de camiones Dixie Boy.
Hay que destacar dos cosas importantes de la película: la primera, que uno de los camiones lleva dibujada en la parte frontal la cara del Duende Verde, famoso archienemigo de Spider Man. Y la segunda, y quizás la que da más motivos para ver la película: la banda sonora. Recordando otras producciones donde Queen ponía música a películas de dudosa calidad, aumentando su valor, AC-DC hace lo propio aquí marcando el ritmo asesino y despiadado con su conocidísimo rock duro.
Una entretenida película en la que se aprecia el estilo ochentero, para todos aquellos nostálgicos o simplemente aficionados al cine de aquella época. Película palomitera sin más, de la que disfrutaréis las pocas escenas de acción y la brutal banda sonora.
¿Sabías que se está preparando un remake para el 2014, año en el que la película original cumplirá 28 años?