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Críticas Cinéfilas (134): Harry el Sucio

Publicado el 12 septiembre 2011 por Ruta42 @ruta42
Críticas Cinéfilas (134): Harry el Sucio
Harry el Sucio

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Los clásicos del cine no son siempre aquellas obras maestras de antaño que brillan por la genialidad que suponen artísticamente. A menudo esos clásicos también son esas películas entrañables que se han convertido en mitos del cine con el paso de los años. Como esta de hoy.
Cine de acción
Dos términos acuñan a las películas del inspector Harry Callahan: cine de acción y antihéroe. El primero, más un convencionalismo aceptado por los expertos en cine que un género en sí mismo, sirve para clasificar a las películas con argumentos lineales (un héroe y un villanos bien definidos, una causa o motivo básico y un final ), que en general incluyen persecuciones espectaculares, tiros a diestro y siniestro, explosiones y opulencia.
El segundo encaja perfectamente con el personaje interpretado por Clint Eastwood, y que estaría en auge durante buena parte de la década de los setenta. Un individuo que, generalmente, suele estar dentro de la ley pero que siempre actúa al límite de la misma, a menudo excediéndose en sus funciones y provocando la ira de sus superiores. Sabe cual es su misión y la llevará a cabo a toda costa.
El sucio
Harry Callahan es inspector de la brigada de homicidios de la policía de San Francisco. Su apodo, “el sucio”, no es sólo porque se le encarguen los trabajos más pesados y sucios, sino también por sus formas a la hora de impartir la justicia. Callahan sería todo un ejemplo de renegado fuera de la ley, sino fuera porque está en ella.Críticas Cinéfilas (134): Harry el SucioClint Eastwood como Harry Callahan en la escena más famosa de la película.

En su primer caso, el inspector ha de hacer frente a un asesino en serie que chantajea a la ciudad. Su nombre en clave es Scorpio, y pide una cuantiosa suma de dinero o amenaza con seguir asesinando. Por suerte, su segundo intento queda frustrado por un helicóptero policial, pero consigue darse a la fuga. Nuestro héroe se pondrá al frente del caso, con ayuda de su nuevo ayudante Chico.
Tras tenderle una trampa de la que consigue escapar, secuestra a una chica y amenaza con matarla si no se le paga el doble de su primera exigencia. Callahan se encargará de entregarle el dinero e intentar detenerle, pero falla en su intento pese a conseguir herirle en la pierna. Con esta pista, la policía investigará en días posteriores los hospitales en busca de alguien que haya ido a curarse una herida en la pierna, y dan con el médico que le atendió, quien les cuenta que conoce al misterioso hombre y que vive en un estadio cercano. Harry se acercará para encarar al asesino.
La figura del antihéroe
No hay mucho más que comentar de esta película, ya que sigue una trama lisa y típica del cine de acción. Quizás lo más destacable es que este film es de los primeros en presentar la figura del antihéroe dentro de un grupo que siempre había sido representado como los héroes. Anteriormente, la figura del antihéroe era la de un rebelde sin oficio ni beneficio, o sin causa ni motivo, que buscaba un lugar en el mundo donde colocar el suyo propio.
Ahora nos encontramos ante este individuo que se rige por unas normas escritas, pero que las aplica a su manera: siempre al límite y con toda la intención de impartir justicia. Por supuesto, estando sujeto a unas leyes que tienen varias interpretaciones hará de él un conflictivo agente del cuerpo, solitario y arrogante. Pero como no podía ser de otra manera, nos encariñaremos de él.
Críticas Cinéfilas (134): Harry el SucioSus métodos excesivamente toscos 
se podrían disculpar por el cumplimiento de su deber a rajatabla

Un clásico del cine de acción que no hay que perderse, ya que contiene todos los alicientes de su “género”. Altamente recomendada con una bolsa de palomitas.
¿Sabías que antes de a Clitn Eastwood se pensó para el papel protagonista a Frank Sinatra, John Wayne, Steve McQueen y Paul Newman?

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