Críticas Cinéfilas (155): Gamera, el mundo bajo el terror

Algunos ya conocerán mi debilidad por las películas de monstruos gigantes, especialmente las de procedencia nipona. Hace un tiempo ya comentamos en esta sección a uno de los más conocidos, Godzilla, en un especial que le hicimos. Hoy hablaremos de otro gigante del cine japonés: Gamera.

Gamera: el mundo bajo el terror

Año: 1965
País: Japón
Director: Noriaki Yuasa
Reparto: Eiji Funakoshi, Harumi Kiritachi, Junichirô Yamashiko
Duración: 80 minutos
Productor: Daiei

Monstruos nucleares

La guerra nuclear marcó un antes y un después en la conciencia de la sociedad japonesa. Y esto, por supuesto, también dejó su huella en el mundo del cine. Durante las décadas de 1950 y 1960 se realizaron multitud de películas sobre monstruos gigantes creados o revividos a partir de la radiación. De estos, los más famosos y los que más definen el cine de criaturas colosales son Godzilla y Gamera.

La mayoría de monstruos creados durante las décadas ya mencionadas eran avisos del horror nuclear que los japoneses tuvieron que vivir con las dos bombas atómicas que significaron el fin de la II Guerra Mundial, y que los productores de la época tuvieron que vivir en su momento.

La tortuga de tiempos remotos

Un bombardero ruso es derribado en la zona americana del Ártico. Su cargamento nuclear provoca que, al estrellarse, haya una explosión atómica. Dicha explosión hace que el hielo se derrita, y de él surje una criatura gigante prehistórica. Se trata de una especie de tortuga gigante de la que se habla en leyendas de los esquimales, y que recibe el nombre de Gamera.

Tras su deshielo, Gamera inicia su camino hacia Japón (para variar), provocando el pánico y la destrucción allá por donde pasa. El gobierno, con la intención de detener al monstruo, llama al ejército para acabar con él, pero todo es inútil. Finalmente, consiguen hacer caer al monstruo y dejarlo boca arriba, postura en la que todos sabemos que las tortugas no pueden levantarse. Sin embargo, Gamera esconde una sorpresa: tras esconder su cabeza y sus extremidades dentro del caparazon, éste empieza a dar vueltas y a soltar fuego por los agujeros hasta elevarse, y así se da la vuelta; Gamera tiene propulsores

Gamera provocando la destrucción con su rayo.

Un niño cae de uno de los edificios que destruye, e incomprensiblemente Gamera lo salva. Toshio, que así se llama el pequeño, está convencido de que Gamera tiene una parte de bondad dentro de su irracional destrucción, e intentará que los adultos le escuchen para que ninguna de las partes sufra.

Godzilla contra Gamera

Algo que nunca han escondido los productores de Gamera, es que se trata de una saga creada para rivalizar con Godzilla de Toho. El uso del blanco y negro en el año 65, cuando ya existía el color desde hacía unos años, demuestra el intento de dar la misma imagen oscura y terrible del monstruo. Sin embargo, Gamera ha estado desde siempre vinculado a lo infantil: en todas sus películas existe un enlace con un niño, que es quien cree que el monstruo en el fondo es bueno, o bien la película está simplemente destinada a los más pequeños per se.

Otra película de monstruos típica, en la que lo único destacado es el renombre del monstruo. Interesante de ver para todos los públicos y entretenida.

¿Sabías que Gamera protagonizó un total de 11 películas, que son menos de la mitad de las que protagonizó su contraparte de Toho Godzilla?

James Ruthven

Cinéfilo en extremos. Estudiante de traducción. Una vez ví un dirigible. Me convirtieron en grillo. Y mejoré...