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Críticas Cinéfilas (172): Una noche en la ópera

Publicado el 13 agosto 2012 por Ruta42 @ruta42

Críticas Cinéfilas (172): Una noche en la ópera

Recuperamos la comédia de tiempos pretéritos que, sin embargo, no han perdido la frescura ni mala leche. Y es que en tiempos malos, nada mejor que no perder el humor.

 

Una Noche en la Ópera

Año: 1935
Director: Sam Wood
Reparto: Groucho Marx, Chico Marx, Harpo Marx
Duración: 94 minutos
Productor: Metro-Goldwyn Mayer

La división refuerza

Ya hablamos de los inicios de los Hermanos Marx en el teatro vodevil con los cinco hermanos, su paso por el cine dejando tras de si a uno de ellos y su consolidación como el trío que todos conocemos tras dejar Paramount y unirse a la MGM.

Efectivamente, el cambio llevó a que Zeppo dejara de trabajar junto a sus hermanos delante d las cámaras y pasara a ser su representante hasta el final de sus carreras. Se comenta aún hoy que su desaparición fue debido a diferencias con los hermanos que quedaron en pantalla y que han terminado por llevarse todo el mérito del nombre Marx.

Líos en la ópera

Otis B. Driftwood (Groucho Marx) es el representante de la viuda multimillonaria, la señora Claypool (Margaret Dumont), quien desea hacerse un hueco en la alta sociedad invirtiendo en la ópera dirigida por Herman Gottlieb. Para ello, Gottlieb le propone contratar a Rodolfo Lasparri, uno de los mejores cantantes del momento, pero muy egocéntrico y malhumorado. Driftwood intenta contratarle por su cuenta, pero se confunde al encontrarse con Fiorello (Chico Marx), quien dice ser representante de “el tenor más grande del mundo”, quien en realidad es Ricardo Baroni, un corista con muchisimo talento pero poco reconocimiento.

Críticas Cinéfilas (172): Una noche en la ópera

La famosa escena del camarote del barco.

Enmedio del embrollo está Rosa Castaldi, cantante principal de la compañía de quien tanto Rodolfo como Ricardo están enamorados. Ella ama a Ricardo, pero Rodolfo intenta conseguirla a toda costa, pues su ego así le obliga. Mientras, los problemas entre Driftwood y la señora Claypool continuarán, ya que esta le verá más como un estorbo que como ayuda para acceder a la alta sociedad.

Humor negro y despiadado, pero con cariño

El humor absurdo ligado a una trama que lleva a un amor entre dos personajes será la tónica de las películas de los Marx a partir de su fichaje por la Metro. Divididos en dos bandos (Groucho por uno y Chico y Harpo por otro), los tres personajes llevarán el entramado a su resolución, por muy absurdo que pueda parecer el planteamiento, o el modo absurdo con el que se haya llegado al nudo.

Por supuesto, un repertorio de artistas acompañan a los Hermanos en la mayor parte de sus películas. Especial hincapié a la actriz Margaret Dumont, aparecida en siete de las películas del grupo cómico, como contraparte femenino de Groucho, y siempre víctima del cruel sarcasmo del mismo.

¿Sabías que el grupo musical Queen nombró un disco suyo en homenaje a esta película, e hizo lo mismo con su siguiente álbum que fue Un día en las carreras?

James Ruthven

 


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