Críticas: "Grupo 7" (Alberto Rodríguez, 2012)

TÍTULO ORIGINAL: Grupo 7. AÑO: 2012. DURACIÓN: 95 minutos. NACIONALIDAD: España. PRODUCTORA: Atípica Films / La Zanfoña / TVE / Canal Sur. DIRECTOR: Alberto Rodríguez. GUIÓN: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos. FOTOGRAFÍA: Alex Catalán. MÚSICA: Julio de la Rosa. INTÉRPRETES: Antonio de la Torre, Mario Casas, Joaquín Núñez, José Manuel Poga, Inma Cuesta, Estefanía de los Santos, Julián Villagrán, Alfonso Sánchez, Carlos Olalla.

"¡¡Somos el Grupo 7 y aquí no vende ni Dios!!". Que el cine de género goza de una salud envidiable ya se han encargado de demostrarlo varios directores que vienen con fuerza, con buenas ideas y con ganas de cambiar los aires de una industria basada en el amiguismo, en las políticas de subvenciones y en las cintas embutidas del rojerío de siempre que están más vistas que el TBO.

En este caso es Alberto Rodríguez, que ya se mostró como un director que sabe tratar muy bien los ambientes y los personajes como nos hizo ver en "7 Vírgenes" (2005), aquella película interpretada por Juan José Ballesta que se desarrollaba en un barrio obrero y marginal del sur de España.

En esta ocasión, escoge para su nueva cinta la Sevilla que se prepara para albergar la famosa Expo '92. 

Ángel (Mario Casas) es un chaval que se prepara para entrar en el cuerpo de policía. Cuando lo logra comienza a trabajar junto a Rafael (Antonio de la Torre), Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez). Todos ellos conforman el Grupo 7, una unidad de la policía dedicada a erradicar la droga del centro para mantener la ciudad limpia para el esperado año de 1992. Pero sus métodos no son lo que se dice, demasiado ortodoxos. 
Cierto día, una pista les lleva hasta la Caoba, una prostituta que trafica con droga y ahí es cuando empiezan sus problemas.

En la película de Rodríguez todo es oscuro y los personajes están trazados con ese halo de frialdad y de haber tenido un pasado bastante duro, tan típico del género en el que se mueve la cinta. Es, evidentemente, un genial Antonio de la Torre el que lleva el peso de la función, muy bien secundado por Joaquín Nuñez y un José Manuel Poga que no goza de demasiado peso específico en la trama. Mención aparte merece el joven Mario Casas, que, desde luego no es lo mejor de la película ya que el papel le viene un poco grande, pero está tan bien rodeado que termina por resultar incluso convincente (salvo cuando sobreactúa).

Los ambientes marginales y las imágenes de una Sevilla que se prepara para engalanarse no podían estar mejor escogidas. Además el director se permite el lujo de darle un toque a las escenas de acción muy cercano a lo que hemos podido ver en la trilogía Bourne. Y no es una exageración.

Con un ritmo impecable, unos personajes sólidos y un guión muy bien desarrollado, "Grupo 7" es un thriller negro con alusiones a la religión (la chica que Rafael acoge para cargar con una penitencia o las velas que le pone al Cristo), lugares comunes, droga, camellos de medio pelo y yonquis sin más intenciones en la vida que sobrevivir hasta el próximo chute. 

Además cuenta con esos estallidos de violencia y esa difuminada imagen de buenos y malos. Nos muestra a unos personajes que caminan constantemente en la fina línea que separa el bien del mal y eso es lo que le otorga personalidad y carácter a este frío, duro y espectacular thriller con sabor español.