Zero Dark Thirty / USA, 2012 / 157 minutos / Columbia Pictures, Annapurna Pictures.
Director: Kathryn Bigelow. Guión: Mark Boal. Fotografía: Greig Fraser. Música: Alexandre Desplat. Intérpretes: Jessica Chastain, Joel Edgerton, Taylor Kinney, Kyle Chandler, Jennifer Ehle, Mark Strong, Chris Pratt, Mark Duplass, Jason Clarke, Edgar Ramírez.
Al contrario de lo que les pasó a muchos nunca llegué a conectar del todo -es más, me aburrí bastante- con aquella "En Tierra Hostil". La cinta, no exenta de virtudes, resultaba ser un conglomerado de escenas de un tío desactivando bombas, pero con el que el espectador nunca llegaba a empatizar demasiado o más bien nada. Toda la fuerza de la película residía en su tensión y en su vestimenta de thriller para contar una historia real, que sigue sucediendo allá donde los Estados Unidos despliegan sus tropas. Pero no era la quintaesencia del cine, ni mucho menos.A "La Noche más Oscura" le pasa exactamente lo mismo que a su predecesora. No empatizamos con sus personajes, debido al tono casi documental de la cinta, y no sabemos prácticamente nada de ellos. Algo que, personalmente me parece un lastre. El primer tramo es una sucesión de interrogatorios y después todo pasa a centrarse en la búsqueda desesperada del líder de Al Qaeda Osama Bin Laden.
"La Noche más Oscura" es mucho más potente que "En Tierra Hostil", dirigida con mucho brío y con buena mano por Bigelow, una directora que parece que tendremos que tener en cuenta. Pero su empeño en el realismo lastra otras partes de la película que podían haber dado más de sí. Ella quiere contar algo que necesita ser contado y lo hace de una manera espectacular, pero eso no es suficiente. A ello debemos sumar su excesiva duración y un batiburrillo de tecnicismos y hechos de la historia reciente de los Estados Unidos que conforman una cinta que ronda más el periodismo de investigación que otra cosa.
Pero, evidentemente, las virtudes de la película son demasiadas como para desecharla a las primeras de cambio. Técnicamente exquisita y con una Jessica Chastain en estado de gracia dando vida a la agente Maya, su tramo final es de un virtuosismo impecable y cierra muy bien el conjunto. En definitiva es un título indispensable, aunque se recomienda verla con las fuerzas suficientes. No será del gusto de todos, pero es mucho mejor que su anterior película y todo lo que cuenta no ha perdido un ápice de interés. Bigelow se ha convertido por derecho propio en una narradora de las partes más oscuras del gobierno y de los servicios secretos de su país, y eso ya es un mérito.