Revista Cine

Críticas: "Las ventajas de ser un marginado" (Stephen Chbosky, 2012)

Publicado el 15 febrero 2013 por Alvaro83 @enestadocritico


The Perks of Being a Wallflower / EEUU, 2012 / 103 minutos / Mr. Mudd, Summit Entertainment.

Director: Stephen Chbosky. Guión: Stephen Chbosky. Fotografía: Andrew Dunn. Música: Michael Brook. Intérpretes: Logan Lerman, Emma Watson, Ezra Miller, Mae Whitman, Kate Walsh, Dylan McDermott, Melanie Lynskev, Nina Dobrev, Johnny Simmons, Joan Cusack, Paul Rudd, Nicholas Braun.

 


Sería muy difícil valorar objetivamente "Las ventajas de ser un marginado" por una sencilla razón. Es una película que llega tan adentro y está realizada con tanta pasión, que el espectador se ve desbordado aún siendo consciente de que no está asistiendo a una obra maestra o a la quintaesencia del cine. Todo lo que contiene la película está correcto y no sobra absolutamente nada, y una de sus bazas principales es la veracidad y las ganas que se demuestran en pantalla, haciendo que en más de una ocasión nos sintamos identificados con alguno de los personajes o con algunas de las situaciones.
"Las ventajas de ser un marginado" nos cuenta la historia de Charlie (Logan Lerman), un joven que escribe cartas a un chico sin identificar y que es un inadaptado cuando se ve dentro de esa jungla que es el instituto. Pronto conocerá a sus nuevos amigos: Patrick (Ezra Miller), Sam (Emma Watson), Mary Elizabeth (Mae Whitman) y Alice (Erin Wilhelmi). A partir de ahí vivirá un viaje cargado de nuevas experiencias.

Efectivamente estamos ante otra película que versa sobre la adolescencia. Sobre ese viaje iniciático en el que todo parece del color de rosa y en el que, como siempre en la vida, también se sufre a veces. 
La amistad, el sexo, las drogas, el primer amor. Las paradas habituales. 
El director Stephen Chbosky adapta su propio best-seller con mucha soltura, quizá lo sobradamente conocedor de sus personajes y del entorno como para llevar al espectador en volandas de principio a fin. Todo respira vida, pasión y vitalidad, y en ese viaje iniciático de Charlie desde su llegada al instituto, todo nos parece familiar, como ya vivido. El primer beso, los amigos invisibles, verdad o atrevimiento o esas cintas que grabábamos a la chica que nos gustaba con nuestras canciones favoritas. Es ahí donde la película se convierte en un alegato generacional que llamará más la atención de los treintañeros, aunque será del gusto de todos los públicos porque tarde o temprano encontrarán algo que les conmueva.
Todo este viaje al mundo de Charlie no sería posible sin el triángulo que forman sus tres principales protagonistas. El propio Logan Lerman que da vida a Charlie, el increíble Ezra Miller y, por supuesto, Emma Watson, con un magnetismo envidiable desde que hace su primera aparición, demostrando que tiene tablas como actriz y que le espera un futuro muy prometedor.
Es fácil dejarse llevar por este increíble viaje al corazón de la adolescencia. Genialmente dialogado, estupendamente interpretado y con una banda sonora de altura, con el toque justo de sentimentalismo sin caer en la ñoñería y esa mezcla entre el más profundo pesar de un chaval de 16 años y el optimismo más revitalizante. 
Nos hará sentir que alguna vez fuimos infinitos y nos removerá algo en el interior. Es, valga decirlo, uno de esos títulos del llamado cine independiente que de vez en cuando se cuelan en nuestras casas. Esta vez lo hace con una historia reconocible, al son del "Heroes" de David Bowie (genial escena la del túnel) y no nos suelta hasta pasado un buen rato después de verla. Nada de lo que se nos muestra parece impostado, lo cual es un fantástico logro.  
Una película tan estupenda como recomendable.


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