Pompeya y el Vesubio
'Pompeya' (Pompeii). Canadá, Alemania. 2014. Dirección: Paul W.S. AndersonGuión: Janet Scott Batchler, Lee Batchler y Michael Robert JohnsonReparto: Kit Harington, Emily Browning, Kiefer Sutherland, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Carrie-Anne Moss, Jared Harris.
Milo (Kit Harington), un esclavo convertido en gladiador, llega a Pompeya para participar en los juegos de la ciudad. Allí conocerá a una rica heredera de la que se enamora y volverá a ver al asesino de su familia. Pero el Vesubio despertará y se interpondrá en sus planes.
'Pompeya' entra, por lo tanto, en la categoría de superproducciones de catástrofes de guión fácil y espectaculares efectos visuales. Más en concreto, se trata de un batiburrillo de varios filmes anteriores: 'Gladiator', 'Los juegos del hambre' y 'Un volcán llamado Dante's Peak'.
La película que dirige Paul W.S. Anderson nos presenta a Milo, un esclavo convertido en gladiador que busca venganza por el asesinato de su familia y que llega a Pompeya en el momento menos oportuno (un día antes de la erupción). Kit Harington da vida al héroe a base de mucho músculo pero poca expresión, algo que no sorprende a quienes seguimos la serie 'Juego de tronos', donde Harington interpreta a Jon Snow.
Un Kit Harington musculado da vida al héroe
A pesar de sus limitaciones, el chico resulta creíble como ese gladiador con sed de venganza. Un héroe que se rodea de los personajes típicos en estas producciones, esto es, el enemigo reconvertido en amigo (a quien da vida el carismático Adewale Akinnuoye-Agbaje); la chica de la que se enamora, guapa y rica, por supuesto (Emily Browning, en un papel con más carácter de lo habitual); y el malvado antagonista (comedido Kiefer Sutherland) que, para más inri, pretende casarse con su chica.
También hay hueco en el relato para los padres de ella (anecdóticos Jared Harris y Carrie Anne-Moss), su amiga, el fiel sirviente y el nada escrupuloso patricio, de quien todos adivinamos el final nada más empezar a ver la cinta.
Emily Browning y Kiefer Sutherland
Porque 'Pompeya' es un filme tan previsible que la única nota original se aprecia, paradójicamente, en su desenlace (quienes lo hayáis visto me entenderéis). Y que sus personajes sean tópicos y las escenas recuerden a las vistas en otras películas no ayuda en absoluto.
Adewale Akinnuoye-Agbaje y Kit Harington, los gladiadores
Entretenida
Aún así, y como en realidad una cosa no tiene por qué depender de la otra, el trabajo de Anderson entretiene de principio a fin. Tiene ritmo, pequeñas dosis de tensión y la espectacularidad de la erupción volcánica no pasa desapercibida.
Se ve obligado a hacer uso de las luchas de gladiadores para aportar interés a un relato que por sí solo, y bien trabajado, podía interesar a cualquiera (la destrucción de Pompeya sigue fascinando siglos después). Y quizás por eso, porque la erupción del año 79 es la erupción volcánica más conocida de nuestra cultura colectiva, 'Pompeya' nos llama a las salas y no nos deja insatisfechos.
En toda catástrofe siempre cabe el romance
Nota: 5 / 10
Para recordar:
- Las luchas de gladiadores hasta el preciso momento en que nos damos cuenta de que se trata de una imitación de la trama de 'Gladiator'.
- La presencia de Adewale Akinnuoye-Agbaje.
Para olvidar:
- Que Carrie Anne-Moss ('Matrix') regrese a nuestras pantallas para esto.
- El guión, pésimo.
- Kiefer Sutherland apenas convence como villano.
Pompeya
Pompeya Tráiler