Crónica Dcode Festival 2011

Madrid estrena festival, esta vez de la mano del Dcode Festival. El evento celebrado durante los días 24 y 25 de junio prometía y mucho. Con un cartel de primera y un sol de justicia la Universidad Complutense de Madrid abría a las 16:00 del pasado viernes sus puertas para recibir a los más impacientes, algunos incluso se habían anticipado y habían acampado durante varias noches para ser los primeros.

Dos escenarios, una carpa por cortesía de MondoSonoro y Eastpak, zonas de descanso, puestos con helados y bocatas…pero sobre todo mucho calor. Entre tanto Toundra inauguraba el festival con mucha ilusión aunque sin demasiada expectación. The New Raemon salió al completo, teclados, violín y todo lo que hacía falta para repasar su “Libre Asociación” y no dejar al público asistente sin su ración de cafetera. Foster The People fueron la sorpresa del día. Fuerza sobre el escenario capaz de despertar a los que aún se cobijaban entre las pocas sombras del recinto. Sum 41 disfrutó de un público entregado que esperaba impaciente la actuación de My Chemical Romance, a quienes les faltó gancho en el escenario, pero que aún así hicieron saltar al personal con temas como “Na Na Na”.

A los mallorquines L.A. se les quedó pequeño el escenario MondoSonoro. Sonaron brillantes con clásicos como “Hands” y además se pudo disfrutar de alguna canción de su próximo albúm. Eels y Band of Horses dieron una lección de profesionalidad y años en carretera. Hicieron las delicias de los más barbudos allí congregados que pudieron disfrutar desde “I like Birds” a “Factory”. La noche la cerraron unos Lori Meyers que parecen estar en una de sus mejores épocas.

El sábado empezó igual que el día anterior, con un calor solo apto para amantes de la música. NGLM tenía ganas de ver a Mucho y las saciamos con el repaso de las canciones de su primer disco. Se nota que tienen horas de carretera porque esto promete y no poco, que para Mucho ya están ellos. Expectación por ver a los catalanes Manel en un gran escenario que ciertamente se les queda grande. No es un grupo que se eche el público encima, y eso pesa. Bordan canciones que en teatros o escenarios más pequeños son infinitamente más ricas en su conjunto. Tocaron canciones de su bombazo “Els millors professors europeus” y también cosas interesantes de su nuevo largo “10 milles per veure una bona armadura”.

Sesión de descanso sobre la zona, si así se hace llamar, “chill out” mientras suenan de fondo Jamaica y Blood Red Shoes. Ganas no faltaban para ver el directo de los británicos The Vaccines y allí estuvimos, saltando en el repaso a su primer disco “What Did You Expect from the Vaccines?”. Quizás les faltó algo de entrega pero a un servidor le dejaron casi tan buena sensación como la que se esperaba de ellos. Serán unos grandes. Y llegó la banda que marcó el festival, The Hives. Entrega, ironía, comunicación acompañada de buena música no falla nunca. Temas como “Tick Tick Boom” y dos bises no todo el mundo los realiza, así son los suecos. The Ting Tings sonaron bailables pero menos que sobre formato físico, quizás sea la ausencia de personal. Kasabian fueron el quiero y no alcanzo, no que no puedan. La mayoría de su set-list se compuso de temas de su grande “West Ryder Pauper Lunatic Asylum” aunque no faltaron algunas perlitas de su anterior “Empire”. The Sounds dieron lo que son, clásicos de ese rock-electrónico que a lo largo de su larga historia tantas horas han hecho bailar. Y para cerrar el festival allí estaba el trío canadiense de Crystal Castles, calidad electrónica por todas las esquinas. Sencillos pero muy fuertes, “Untrust us” o “Baptism” son un ejemplo. Saben dar con la clave del éxito, como ojalá lo pueda ser la organización del Dcode. Apariencia inmensa, cartel aceptable y organización muy mejorable.

Crónica por Eneko Olalde y Maitane Reguero