Crónica de Alba Reguillo del Mundial IRONMAN 2017 en KAILUA KONA (HAWAI)
CRÓNICA MUNDIAL IRONMAN 2017, KAILUA KONA (HAWAI)
El deporte ha estado presente en mi vida de manera latente desde que era muy pequeñita. Me considero una deportista multidisciplinar pasando de la natación, al raid de aventura, alpinismo y carreras populares. LICENCIADA en Actividad física y Deporte, además de técnico deportivo en montaña.
Hace cinco años realicé mi primer triatlón, en mi pueblo con una bici prestada y sin siquiera haber entrenado con ella una semana, aun y así este mundo me enganchó. Me gustan los retos de larga duración, y ya desde el principio mi sueño fue ser Finisher de un Ironman. En 2014 logré finalizar mi reto en Mallorca, logrando terminar en muy buen puesto y en muy buenas condiciones físicas y mentales, que me hicieron plantearme el hecho de la posibilidad de coger plaza para el Mundial de Hawai. Todos mis compañeros de club me hablaban de esa competición, la meca del triatlón y de lo difícil de conseguir la clasificación, al alcance de muy pocos triatletas.
El año pasado, consigo fichar por un club élite, Saltoki Trikideak, mi exigencia en entrenamientos y competiciones empiezan a ser mayores, y la confianza en mi empieza a crecer. En Agosto logro mi slot para Kona, todavía recuerdo los gritos de alegría cuando dijeron mi nombre, además me hace especial ser la primera mujer Castellano-Manchega en conseguirlo. Termino ese año con el bronce en el nacional de larga distancia en Ibiza y el tercer puesto en el ranking nacional de media y larga distancia. El lema “todo es posible” empieza a cumplirse, y a pesar de que mi trabajo de ocho horas diarias con esfuerzo físico constante, me lo va a poner difícil, confió en mi fortaleza mental para poder sobrellevar mis entrenamientos.
Todo un año para preparar mi sueño
Un 2017 que empieza muy bien, consigo plata en el campeonato España de Snowrunning, disciplina que hago por primera vez en mi vida. Pero a mitad de temporada comienzo a tener un dolor agudo en mis peroneos, una plantilla mal hecha me provoca una distensión del tendón, que me hace que tenga un parón de competir de 4 meses. Meses de fisioterapia para poder estar al 100% en mi reto del año. Consigo llegar en buenas condiciones a Agosto, hago pódium en Guadalajara y logro también la victoria en Desafío Doñana, triatlones con gran prestigio nacional.
Me encuentro preparada para hacerlo bien en Kona.
Llega la fecha del viaje, decidí cogerme vacaciones 10 días antes para poder aclimatar a la temperatura y descansar mi cuerpo del trabajo físico y el Jet Lag. El viaje hasta allí una locura, tres aviones y cambio de maletas, llegamos a Kailua Kona de noche. Al día siguiente empieza la cuenta atrás. Montamos la bici, cambiamos euros a dólares, y empezamos a conocer la ciudad. El ambiente una pasada, multitud de triatletas de todas las edades y con cuerpos atléticos inundan las calles corriendo o en bici. Ya se empieza a saborear este mítico triatlón. Y empiezo a sentirme especial de estar ahí. Estos primeros días los destino a dormir, comer bien y aclimarme a la temperatura local y al viento. Entrenamientos diarios de natación en el Pier (zona de natación), reconocimiento del viento lateral típico de Kona (Queen K, y especialmente en la zona de giro en Hawi), y carrera a pie por Alii Drive donde por suerte teníamos el apartamento.
Cada día que pasa el ambiente empieza a ser más espectacular, mercadillo deportivo inmenso, más gente entrenando….se respira salud y deporte por todos los rincones. Y los días especiales empiezan a llegar, travesía a nado y desfile de las naciones, donde 55 triatletas españoles (6 mujeres) fuimos una piña y dimos un ambiente increíble de unión, recogida de dorsales, briefing….
En mi mente solo el pensamiento de que he luchado tanto por llegar aquí que quiero saborear cada instante sin pensar en que termine…
Y por fin llega el día, 14 de Octubre de 2017. Demasiado tranquila, con mi mente preparada para dar lo máximo de mi, pero sobretodo concienciada en llegar a la meta como principal objetivo, fuera tiempos ni puestos.
Los preparativos antes de un ironman, una locura, marcaje de los números, preparar la bici, geles, barritas, hinchar ruedas, visualizar recorridos y transiciones. Creo que con todo el regla abandono la zona de boxes y me dirijo a la zona de comienzo de la natación.
Por suerte la salida es masiva pero por sexos, así me coloco en primera línea y los nervios empiezan a aflorar.
Ahora sí que sí, empieza el disfrute, en mi mente solo el pensamiento de que he luchado tanto por llegar aquí que quiero saborear cada instante sin pensar en que termine. La música hawaiana, las tablas de surf que nos custodian, marcan el inicio del Mundial. Nadar entre mujeres hace que recibas golpes pero más livianos que si fuera con hombres, intento buscar mi hueco y nadar cómodamente, me veo bien y con ritmo, tan solo un pequeño roce en la axila enturbia esta natación tan increíble, además el tiempo acompaña, 1h 3 minutos en total. Aunque no es una marca buena, aquí en Kona los tiempos son superiores a otros Ironman, así que un resultado satisfactorio.
Foto www.trizone.com.au
Salgo del agua y voy directa a la transición, se que en bici me pasarán muchas triatletas (la bici es mi posta más floja, mi trabajo me impide realizar entrenamientos de bici voluminosos, que hacen que no pueda llegar al nivel de las demás), así que yo a mi rollo, quiero hacer mi carrera sin pensar en las demás. Los primeros kilómetros me encuentro fenomenal, cómoda, con ritmo y sin molestias, aunque empiezo a ver mucha gente haciendo drafting y esto me enfada. Llegamos Hawi, y el viento lateral es potente y a ráfagas, aunque lo sobrellevo mejor de lo que esperaba. Centrada en alimentarme e hidratarme bien, bajar la temperatura corporal mojándome con agua y los últimos kilómetros bajar un poco el ritmo para no sobrecargarme en la temida maratón. 5h 52 minutos es mi tiempo total en la posta de bicicleta.
Me bajo a correr sin ninguna molestia, hago una T2 rápida y motivada, ahora viene mi mejor posta a pesar de que se que el calor húmedo será infernal y no nos lo pondrá fácil. Empiezo a correr entorno a los 4 min 15 segundo, la gente me anima al ver mi ritmo, la animación increíble, no paro de sonreír y disfrutar del momento, agradezco incesantemente los ánimos del público. Los primeros kilómetros divertidos al hacerse por el pueblo, empiezo a pasar a chicas y me avisan que voy la segunda española de Grupo de edad. Me alegro ya que el resto de españolas son de un nivel increíble y que no me pasaran en bici es una buena señal de que he mejorado en esta posta. Sigo centrada en mi carrera, los hielos, el agua, el isotónico están presentes en cada avituallamiento, el calor está siendo brutal, así que me dedico a bajar la temperatura corporal mojándome con agua y metiéndome hielos dentro de mi equipación. La menstruación estaba a punto de venirme, así que los ovarios me dolían de vez en cuando, otro obstáculo más que no iba a impedir hacer una buena carrera.
Empieza la parte dura, carrera por la Queen K hasta Energy lab, carretera de asfalto infinita, con roca volcánica alrededor, sin animación y sin sombras. Aquí empieza a verse a gente andando, vomitando o tumbada en el suelo, el cansancio y el calor empiezan a acusar en mi cuerpo. Aunque no me encuentro mal, tengo miedo de que mi cuerpo no aguante. Me centro en correr de avituallamiento en avituallamiento y beber agua (un autentico placer en ese momento), y empiezo a descontar kilómetros, me acuerdo de mi familia, de toda la gente que me quiere y me apoya, este año me he sentido querida , valorada y no podía fallarles.
Por fin llego a Palani, la última bajada antes de iniciar el camino al éxito, último kilómetro para llegar a meta, ambiente máximo, pulso acelerado y por fin al fondo el arco de meta, entro gritando, saltando y emocionada. Momento que pasará a la historia como uno de los más especiales de mi vida, por fin había llegado y bien, no había fallado a mi familia que me pidieron que me cuidara y que no arriesgara, no querían que me pasara nada. Momento indescriptible que tan solo con mi foto de llegada a meta puede explicarse. 3h 21 minutos, muy por encima de mi récord, pero este calor no permitía hacer otra cosa. Porque lo más importante en este caso era llegar, porque soy afortunada de poder haber vivido este mundial tan especial, el más caro, pero también el más especial de la historia. Aún así supercontenta de mi tiempo: 10h 24 minutos; contenta con mi resultado: 12 posición de mi grupo de edad (35/39), y primera española de todos los grupos de edad, tan solo por detrás de la PRO Gurutze Frades.
Foto eu.ironman.com/ Sebastian Elevated
Confiada en que puedo hacerlo mejor y en que puedo volver a vivir esta oportunidad muy pronto.
Feliz de ser mujer y poder hacer cosas grandes a pesar de las adversidades, mi trabajo y llegar allí con la menstruación no fue límite para demostrar que las mujeres somos guerreras y que somos capaces de conseguir cosas grandes.
Alba Reguillo