Revista Cine
Seguimos con la crónica. Otro premio para Transparent, al mejor actor de comedia para Jeffrey Tambor y premio a la mejor película de habla no inglesa para Leviathan. Espero tener la oportunidad de verla algún día porque la película de Andrei Zvyagintsevtiene muy buena pinta.Más premios para series: mejor actriz de miniserie para Maggie Gyllenhaal por la británica The honourable woman, mejor drama para The Affair y mejor actor dramático para Kevin Spacey por House of Cards. La conclusión que hago es que tendré que echarle un vistazo a The Affair. He oído hablar de ella bastante bien pero no creí que fuera para tanto así que tocará decidir por mí misma.
Premio Cecil B. DeMille a toda una carrera para George Clooney. A mí me tocan a mi George y me tocan lo más sagrado, así que, que le den este pedazo homenaje, me llegó al alma. Por decir algo, es de agradecer que quien montó el vídeo homenaje evitara poner imágenes de Batman y Robin. Incluso fans tan fans como yo, que nos hemos tragado todos los bodrios que hizo al principio de su carrera (y Monuments Men, que también hay que decirlo) renegamos de ella, así que gracias por obviarla.
Otro para Boyhood: mejor director para Richard Linklater. Yo prefería a Alejandro González Iñárritu o a David Fincher pero éste va a ser el año de Linklater. Le sigue el segundo premio de la noche para The Affair, en este caso el de mejor actriz de drama. Como no he visto la serie y, por tanto, no puedo opinar del trabajo de Ruth Wilson, voy a decir que su vestido me pareció un horror. No al nivel de Jennifer López, que lo de ella no tiene nombre, pero sí que me impactó mucho para mal.
Tras el premio honorífico para George Clooney llega el otro momentazo de la noche: el Globo de Oro para el mejor actor de comedia que, merecidamente, se lleva Michael Keaton. Tengo que decir que mi fe en Keaton era tan grande que ayer, vía Twitter, amenacé con quemar hoy algo sino le daban el Globo de Oro. Chorradas aparte, creo que era el mejor y creo que no darle el premio hubiera sido de escándalo porque aunque el resto de interpretaciones eran de nivel (ojito a Bill Murray en St. Vincent) lo de Michael Keaton en Birdman es digno de estudio en las escuelas de interpretación. Os voy a reconocer que, mientras oía su discurso, me emocioné bastante. Michael Keaton es un actor al que le tengo mucho cariño porque sus dos papeles más recordados, Batman y Bitelchus, han sido básicos a la hora de forjar mi gusto cinematográfico así que ayer fue muy emotivo ver como uno de mis ídolos de infancia/juventud volvía a estar en la cumbre.
Ironman aka Robert Downing Jr sale al escenario para entregar otro de los premios gordos: el de mejor comedia. Y es entonces cuando me llevo otra decepción al recaer el premio en El Gran Hotel Budapest. Que sí, que la cinta de Wes Anderson es una delicia y yo adoro su cine, pero es que Birdman es un prodigio a nivel técnico e interpretativo y todos los premios que se lleve, me parecen pocos. En cualquier caso, la decepción es mínima porque la película de Anderson es una maravilla aunque la espinita me va a quedar siempre.
Lo que no fue una sorpresa ni mucho menos una decepción fue el premio a la mejor actriz dramática para Julianne Moore por Siempre Alice. Es una gran actriz y todo el mundo dice que su interpretación es brutal. También era bastante previsible, o al menos esperado, que Eddie Redmayne se iba a llevar el Globo de Oro al mejor actor dramático. Aquí mi decepción es enorme porque me encanta Benedict Cumberbatch y su interpretación de Alan Turing en The Imitation Game me llegó al alma pero la gente dice que Redmayne está soberbio así que no queda otra que aceptarlo.
La gala se acaba y es el momento en que Meryl Streep (29 nominaciones a los Globos de Oro, no hay palabras) anuncia lo que todos estábamos esperando: que Boyhood se lleva el premio a la mejor película dramática. La verdad es que creo que era un premio bastante previsible ya que las únicas películas que creo le pueden hacer sombra a la cinta de Linklater estaban en la categoría de mejor comedia pero, aun así, siempre puede haber sorpresas.
Vamos recapitulando. Fue la noche de Boyhoody de El Gran Hotel Budapest pero, sobre todo, la noche en la que el que fue el ídolo de muchos de los que ya pasamos los 30, volvió a subir a lo alto. Siguiente parada, entrega de los premios Feroz el 25 de enero.