Revista Atletismo

Crónica de la Maratón de Roma

Por Pamalira

El día previo lo dedicamos a contagiarnos de la monumentalidad de la Ciudad Eterna. Piedras por todas partes hasta el punto de llevar guías que sólo están a tu lado "para que no te las lleves". La cripta de Balbi es una demostración de los estratos arquelógicos que atesora Roma, la impresionante cúpula del Panteón, las plazas de España, Navona, del Popolo, la fontana de Trevi... son ejemplos de la infinidad de posibilidades que teníamos para visitar. Pizza o pasta para comer, pasta o pizza para cenar que no mejoran a las de aquí pero el café o el capuchino deliciosos. El metro es reducido (sólo dos líneas) y, por ello, había que patear hasta el punto de hacer casi una maratón. Mientras, mi cabeza pensaba en el día siguiente y si tendría fondo en la recámara para aguantar.
En la guía de bolsillo que llevaba nos aconsejaba la Trattoria Ricci por la calidad de sus pizzas (la mejor de Roma) y por el vino EST, EST, EST nombre raro donde los haya pero chico, una pizzería más de la infinidad que puedes encontrar. Después de cenar nos dirigimos al hotel y mañana a correr.
El grupo que se ve en la foto, por cortesía de Alberto, se dirige en una mañana nublada hacia los cajones de salida. Los cerca de 15000 participantes nos dividen en 4 según los tiempos que indicamos en la inscripción. Yo, como no, me dirijo a la calle "D" que te lleva al furgón de cola. Es la primera vez que acudo a una carrera tan multitudinaria y se te ponen los pelos de punta estar ahí, tan pequeño y tan grande a la vez, junto a un grandioso Coliseo. Tras una lenta salida a casi 7 minutos el km, nos vamos hacia zonas del extrarradio con poca animación. Mi idea es la de acabar simplemente. No quiero "romperme", no he entrenado mucho y sigo con una lesión que me impide, al menos psicológicamente, estar a tope. En algún momento contemplo la posibilidad lejana de acabar en menos de 4 horas... pero cruzo la media y el crono marca 2 h 5 min. Debería apretar pero las fuerzas sólo me permiten mantener el ritmo y es imposible rebajar ese tiempo en la 2º parte de la maratón. En el km 30 me espera Marga y sin parar de animarme (ella es la que habla, yo sólo escucho para no perder las fuerzas ni la concentración) me lleva en volandas a la meta. Estos últimos kms en compañía y recorriendo el centro monumental de Roma fue espectacular y, al contario que en Sevilla, acabé de menos a más adelantando a un gran número de corredores. Sin duda alguna esa ayuda moral que recibí de Marga fue fundamental para no caer en el desánimo y sacar fuerzas de donde apenas quedaban; lástima que no pudiese entrar en meta conmigo al no llevar el correspondiente dorsal. En la Media de Elche nos desquitaremos. En fin, mi segunda maratón en llano fue toda una experiencia muy bonita de vivir y recordar. Para terminar dejo los tiempos de paso que me da la organización: Km 05 - Via Ostiense...................0:30:45..............6,59 km/h Km 10 - L Testaccio.....................1:00:44...............5,59 km/h Km 15 - L Marzio..........................1:29:51...............5,49 km/h Km 21,097 - L Vittoria.................2:05:11...............5,47 km/h Km 25 - Foro itálico......................2:27:50...............5,48 km/h Km 30 - L Thaon di Revel...........2:57:51................6,00 km/h Km 35 - Largo Argentina............3:27:24................5,54 km/h Km 40 - Via Petroselli.................3:58:05................6,08 km/h Arrivo.............................................4:11:28................6,05 km/h Hasta la próxima.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog

Revistas