Revista Cultura y Ocio
Mi primer Sant Jordi como autora ha sido algo peculiar.
De entrada, ha caído en sábado, lo que ya no es muy buen augurio, y menos en primavera...pero lo peor de todo es que ha pillado en plena Semana Santa , lo cual supone estampida general de barceloneses e invasión de turistas que no entienden muy bien qué nos pasa en esta ciudad que de repente llenamos las calles de libros y rosas.
Por si esto fuera poco, el tiempo amenazaba lluvia, y los agoreros meteorólogos repetían hasta la saciedad que nos caería una buena por el este...
Sin embargo, ahí estaba Sant Jordi, espada en ristre para alejar a las nubes y cuidar de que tuvieramos un día apacible, aunque el viento se lo puso más difícil y el muy terco sopló con fuerza durante toda la mañana. Pero ¿no iba el vencedor del Dragón a poder con los elementos? ¡Pues claro que sí!
Por todas estas circunstancias no se puede decir que fuera un Sant Jordi multitudinario como otros años, y seguramente las ventas se resintieron, pero yo me lo pasé muy bien firmando dedicatorias y charlando con los lectores y los colegas compañeros de mesa.
En el blog de Nunca fuimos a Katmandú hay algunas fotillos, y también en Facebook.
Feliz regreso a quienes que se hayan ido de vacaciones y feliz semana a tod@s.