El resultado de VOX en las pasadas elecciones autonómicas de Andalucía responde, casi al pie de la letra, al título de la famosa novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Pero vayamos por partes y repasemos algunos datos de interés para explicar este lamentable batacazo electoral, sin ánimo de ser exhaustivo, porque para ello habría que escribir varios artículos. Como algunos recordarán, VOX nació en Enero de 2014 como alternativa al descontento con las políticas del Partido Popular, muy lejos de cubrir las expectativas de los casi once millones de españoles que habíamos votado a Rajoy el 20. Noviembre. 2011, fruto del acuerdo, en Junio de 2013, entre el Foro de la Sociedad Civil que presidía Ignacio Camuñas y la Asociación Reconversión de Alejo Vidal-Quadras. Posteriormente se unió un personaje emblemático, José Antonio Ortega Lara, que se había ido del PP por la política terrorista del Gobierno Rajoy, más parecida a un continuismo del mal llamado “proceso de paz” acordado con ETA y su entorno por el Presidente Rodríguez; la Fundación DENAES, presidida por Santiago Abascal y otras personas del ámbito político, universitario y profesional con las mismas inquietudes. El comienzo de VOX fue muy ilusionante, precisamente por su Manifiesto Fundacional, inspirado en el del Foro de la Sociedad Civil de Ignacio Camuñas, que por eso fue su redactor, y por la próxima llegada de Alejo Vidal-Quadras (estaba previsto que fuera el primero en dejar el PP, pero alguien se adelantó). Fueron ellos sus dos principales exponentes, junto a la citada referencia de Ortega Lara por su faceta humana. En los primeros meses nos afiliamos a VOX cerca de cuatro mil personas y así llegamos a las elecciones europeas del 25 de Mayo de 2014. Muchos, que no habíamos estado nunca en política activa, nos fajamos para conseguir los mejores resultados y pusimos en ello nuestro tiempo, contactos y, en algunos casos, nuestro dinero, para desarrollar con escasos medios la campaña en las diferentes provincias. Pese a esta precariedad y teniendo en cuenta el corto plazo de vida del partido y el poco eco dado por los medios de comunicación, en las elecciones europeas se obtuvieron casi 250.000 votos, lo que supuso quedar a escasos mil quinientos de obtener un escaño europeo. Ansiado al menos por una mayoría de afiliados. Los resultados en Andalucía, en Mayo de 2014, fueron del 1’20% de los electores, con un total de 32.240 votos que se repartieron así, por provincias: Almería: 1’01% y 1.796 votos; Cádiz: 0’96% y 3.467 votos; Córdoba: 1’01% y 2.898 votos; Granada: 1’83% y 5.800 votos; Huelva: 0’62% y 909 votos; Jaén: 0’74% y 1.886 votos; Málaga: 1’56% y 7.260 votos y Sevilla: 1’24% y 8.224 votos. Este resultado global me hizo decirle, entre otras cosa, al entonces Secretario General, Santiago Abascal, en carta que le dirigí el 14 de Junio siguiente, que “haber obtenido casi 250.000 votos en las condiciones en que se ha hecho, no sólo no es un mal resultado, sino que constituye un suelo nada despreciable sobre el que seguir trabajando”. Carta, por cierto, que nunca contestó. No obstante, justo al día siguiente de las elecciones, sin tiempo siquiera para asimilar e interpretar el resultado, todavía provisional, Abascal achaca a Vidal-Quadras el no haber obtenido el escaño “por el mal resultado en la provincia de Barcelona” (37 votos en Amurrio-Álava) y empieza una etapa en la que se van definiendo dos bloques en el Comité Ejecutivo Nacional, con la consiguiente réplica entre los afiliados. Vidal-Quadras no reacciona como muchos esperábamos y empieza el cisma. En los días inmediatos aparecen en prensa titulares como: “Abascal, dispuesto a pugnar por el liderato de Vox con Vidal-Quadras” (El Mundo), “Santi Abascal toma las riendas de VOX ante la descoordinación y falta de dirección en el partido” (Minuto Digital, 8.06.2014) y, justo después del traspaso de funciones del Presidente, “VOX entra en crisis: Vidal-Quadras y Abascal se han distanciado” (El Confidencial. 25.06.2014), entre otros. ¿Quién filtró estas noticias a la prensa? Creo que no fue nadie del entorno de Vidal-Quadras. Tras casi cuatro meses de numerosos intentos por llegar a una solución de consenso entre los dos bloques antes citados, y el no menos infructuoso de algunos afiliados de base por recuperar el Manifiesto Fundacional de VOX, muchas conversaciones cruzadas, y tras un primer intento de Asamblea General en Julio, que es objeto de impugnaciones y en la que nada de lo que se concluye resulta válido, se empiezan a producir bajas de afiliados entre los propios promotores de VOX (seis miembros, de once, del primer Comité Ejecutivo Nacional están hoy fuera de VOX) y se convoca otra Asamblea el 20 de Septiembre, al parecer con algunos defectos de forma, con la que se quiere salvar el fallido anterior y en la que se elegiría un nuevo presidente. Se abre un proceso previo de admisión de candidaturas, al final reducidas a dos, la “oficialista” de Abascal y otra, curiosamente, avalada por el candidato de la primera, porque la tercera se retira dos días antes de las elecciones porque no se le facilitan los datos de los afiliados (uno de los requisitos reglamentarios) de los que, además, no existía un censo cerrado a 26 de Julio que era la fecha mínima de antigüedad para votar. En definitiva, la deslealtad iniciada el 26 Mayo se culmina con una Asamblea poco menos que a la “búlgara”, a la que concurren poco más de 400 afiliados y están representados, supuestamente, otros 700, se contabiliza un total 1.109 votos, de los ¿3.680? afiliados que decían los organizadores que existían en ese momento en VOX, es decir, un 30 % del total, de los que 1.010 votaron a Santiago Abascal, o sea, 27’45 % del total de afiliados (En mi artículo “Abrumadora Mayoría” de 22.09.2014, comentaba estos resultados). Después del “simulacro” de asamblea, no sabemos si ordinaria o extraordinaria porque se habló de las dos formas en el colmo del despropósito, la salida de afiliados ha sido por cientos (yo entre ellos) hasta los dos mil, que dicen los más optimistas, que quedan actualmente, de los que no tengo duda de que más de la mitad (me consta en varios casos con los que he hablado desde entonces) siguen siéndolo porque creen en el Manifiesto Fundacional y desconocen lo sucedido desde Mayo y las luchas de poder por quedarse con el partido por parte de los que provenían de DENAES, no estoy seguro si de forma sobrevenida o calculada. A raíz de esto, escribí en mi despedida el epitafio siguiente: R.I.P VOX, nace DENAES/VOX, cuyo porvenir no era precisamente halagüeño con esos mimbres. Y los resultados de las elecciones andaluzas, y con esto termino, parece que me van dando la razón, ya que, en diez meses, el 1’20% del 25 de Mayo pasó al 0’45% y los 32.240 votos de entonces se han quedado en 18.017 el pasado día 22 de Marzo, con la siguiente distribución por provincias: Almería: el 0’37% y 937 votos; Cádiz: el 0’37% y 2.087 votos; Córdoba: el 0’33% y 1.384 votos; Granada: 0’41% y 1.862 votos; Huelva: 0’27% y 637 votos; Jaén: 0’31% y 1.106 votos; Málaga 0’35% y 2.360 votos y Sevilla: 0’77% y 7.644 votos. En resumen, un fenomenal batacazo en siete de las ocho provincias, espectacular en Málaga y Granada, y caída más suave en Sevilla por el efecto del candidato, el ex juez Francisco Serrano, que ha amortiguado el descenso que hubiera sido similar o mayor de no haber contado con esta persona encabezando la lista. Me despido hasta Mayo diciendo que las municipales y autonómicas que se han convocado para el domingo 24 de ese mes serán, salvo milagro poco probable, el golpe de gracia para el VOX que pudo ser y que, por culpa de un grupo de personas cuya ambición e incapacidad estaban claramente por encima de sus ideales, pasará a la historia y confirmará esa “Crónica de una muerte anunciada” con que titulo este artículo.
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