Nuestro corresponsal nos trae en forma de píldoras algunas reseñas más de las películas que pudimos ver en el pasado 66 Festival Internacional de San Sebastián, llevado a cabo en Donosti en Septiembre de 2018. Hay de todo un poco, películas como Marilyn, Midnight Runner, El cuaderno negro, Yuli o Leto.

MARILYN
Basada en hechos reales, Marilyn cuenta la historia de un joven campesino argentino que va descubriendo su sexualidad en un ambiente de lo mas agresivo y hostil. Siguiendo de cerca a su personaje, con un intento de realismo crudo, la historia nos va llevando por situaciones, aparentemente, cada vez más complicadas. La película, en su intento de retrato sin emociones, de exposición de los hechos sin mayor pulso narrativo, acaba provocando la indiferencia más absoluta en el espectador.
Tratando un tema tan potente, con un material de partida interesante, y un final sin concesiones, rodado de manera interesante, sin regodearse nada en su impactante imagen, es una pena que no consiga sobrepasar los límites de lo visto, del estereotipo más irritante. Construido a través de arquetipos puros y duros, tanto en sus personajes, como en sus situaciones, el filme se queda en ese vacío de películas sin matices, que no ofrecen absolutamente nada nuevo, y que, por lo tanto, producen la desidia del que se acerca a ella buscando algo mas allá de lo común. Sin duda, un retrato demasiado flojo, sin interés y con cierta falta de sutileza en el tratamiento de los personajes y sus situaciones.
Nota: 3/10
MIDNIGHT RUNNER
Ópera prima del suizo Hannes Baumgartner, que sigue todos los parámetros del nuevo cine europeo novel que, cada año, se acumula en el Festival de San Sebastián. Sin ofrecer sorpresas, se nos presenta una película fría, clínica, de estudio de personaje con agresivos problemas… No sé muy bien que es lo que tiene que levantar nuestro interés y pasión en esta película, que consigue una corrección cinematográfica y narrativa decente, pero absolutamente carente de alma.
Por alabar algo, su retrato psicológico es más interesante que en otras propuestas, consiguiendo acercarnos a un personaje difícil con la suficiente inteligencia como para meternos, en determinadas ocasiones, en su desestabilizada mente. De todos modos, la película nos deja sin respuestas, sin elementos a los que agarrarnos una vez finaliza. La sensación que tenemos es, una vez más, de profunda indiferencia ante lo que se acaba de ver. Un filme que se hace demasiado a menudo, que no ofrece nada nuevo, ni en el plano narrativo, ni en el cinematográfico. Una propuesta donde la personalidad y originalidad brillan por su ausencia.
Nota: 4/10
EL CUADERNO NEGRO
Folletín de época dirigido por Valeria Sarmiento, que navega a través de un acartonamiento excesivo. Es una película llamativa por su anacronismo, por sus formas de antiguo cine, llena de sobre actuaciones y culebrones históricos. El problema es que el melodrama se sobrepasa, y uno no acaba comprendiendo bien las intenciones de su autora. La ligereza inicial da paso a una pesadez incesante, llena de burdos diálogos, y giros de guion que provocan la risa en el espectador. No hay peor cosa que una película dramática que, por excesiva, acabe resultando cómica. Y en El cuaderno negro ocurre varias veces.Lo más representativo que se puede contar de ella es que acabó llevándose los aplausos y las risas de toda la platea del Teatro Victoria Eugenia, que ya iba acumulando las ganas con cada exceso dramático de su telenovelesco guion. Si duda, una película completamente fallida.
Nota: 3/10
LES MÉTÉORITES
Nina es un adolescente algo rebelde, harta de su monotonía, de su entorno, de su pueblo. Trabaja en un parque temático, donde conocerá a Morad, el hermano mayor de una compañera argelina que vive en casas de protección oficial. A su vez, Nina divisa la caída de un meteorito a las afueras de la ciudad, que nadie más en el mundo parece haber visto. Y ya está. Nina se enrolla con Morad, pero este quiere menos de lo que ella espera. Vamos, problema de adolescente puro y duro. Intenta ir más allá, con metáforas que realmente no llevan a ningún lado, siendo el meteorito casi una excusa para ese final demasiado impostado.El filme contiene muchos rasgos de un cine estético, muy del gusto de un público joven actual, con un formato 4/3 que no se llega a entender muy bien. De todos modos, la película se ve, pero no deja nada. Su protagonista, la debutante Zéa Duprez, tiene cierta fuerza natural que nos hace engancharnos más a un personaje que, en principio, es bastante irritante en todos sus comportamientos y situaciones. Quizá eso sea lo más destacable de una película en la que, por otro lado, todo queda en la superficie, en el 4/3 y la metáfora simplona.
Nota: 4/10
YULI
No comprendemos la buena acogida de la nueva película de Icíar Bollaín, un filme completamente errático y simplista en su propuesta narrativa. Nos encontramos ante un biopic completamente al uso, con todos los dejes y fallos comunes de la versión más estándar de este género. La historia del bailarín cubano Carlos Acosta nos es narrada por flashback, a través del propio Acosta en la actualidad, mientras prepara un musical sobre su vida. Así, se mezcla su vida real pasada con la representación teatral que está ensayando. Los números de ballet y los ensayos subrayan, innecesariamente, la historia que se nos van contando de la manera tradicional, creando una sensación de mecanismo oxidado que es realmente alarmante.
A parte de todo esto, la película abusa de un guion sobreexplicativo en todos sus diálogos. Un guion que se alzó con el máximo galardón, ex aequo con el de “Un hombre fiel”. Sin duda, el nombre de Paul Laverty tira mucho, pero sus guiones siguen siendo, como en muchas de las películas de Ken Loach, excesivamente didácticos y sentimentalistas. Por ello, la emoción parece llegar a mucha gente con ese final de lucha, problemas y superación en la vida, pero también puede que, a mucha otra, donde nos incluimos, todo le resulte impostado y previsible. Una película que, en definitiva, parece destinada a los buenos números en taquilla, pero que dramáticamente es de lo más tosco y simple visto en el festival.
Nota: 2,5/10
LETO
Retrato de la escena rockera que empezó a florecer en el Leningrado de principios de los 80, con cantantes como Viktor Tsoi. La película intenta transmitir esa sensación de libertad que se respiraba en la época, atreviéndose a salirse de algunos estándares típicos del biopic. Con un uso atractivo del blanco y negro, y tras un interesante arranque (esas escenas en la playa), la película comienza a deambular por caminos atrevidos, pero francamente poco logrados. Sus números musicales, adornados con una animación atípica, son realmente peculiares y surrealistas, pero no llegan a conectar de manera natural, ni fluida, con el resto del metraje. Además, el retrato de sus personajes acaba siendo más bien pobre, llevándonos por sus relaciones sin la mayor pizca de empatía.Es, sin duda, un filme con cierto atractivo, que a momentos consigue funcionar de manera personal, pero que en muchos otros provoca la desconexión del espectador, en parte por un guion algo repetitivo (la película se excede mucho en su duración). En definitiva, es una película aceptable, con ciertos atractivos visuales y narrativos, pero que a momentos también resulta excesiva, y en otros errática. Es de esos filmes que deseas que te atrapen y te gusten mucho (por sus aciertos), pero que finalmente dejan cierta sensación de insatisfacción.
Nota: 5/10
Y con esto acabamos otra nueva entrega de las películas del pasado festival de San Sebastián.
