A principios del mes de noviembre, la gran feria del ocio digital volvió a la capital española, para presentarnos el mayor evento para todos los aficionados al mundo del videojuego. Cuatro días sin respiración, durante los que se pudieron disfrutar de algunos de los avances más esperados de la next-gen, los grandes lanzamientos de este año, así como todo un homenaje a la historia del videojuego.
La potencia de la next-gen
Uno de los grandes atractivos que presentaba Madrid Games Week para la industria, era sin duda, la posibilidad de disfrutar durante breves momentos de la espectacularidad de las nuevas plataformas de entretenimiento de las compañías más potentes del sector. De esta manera, gran parte del escenario disponible para los expositores se repartió entre dos principales protagonistas: Xbox One y PlayStation 4.
Desde los dominios de Sony, la poderosa PS4 disfrutaba de una fantástica puesta en escena, con un repertorio de puestos de juego, donde los asistentes pudimos finalmente disfrutar en directo de alguno de los grandes juegos que nos esperan en el lanzamiento de la consola, como es el caso de Killzone: Shadowfall, Assasin’s Creed IV: Black Flag, NBA2K14, etc. Así mismo, también estaban disponibles algunas de las nuevas características que acompañan a la consola, como la aplicación de realidad aumentada PlayRoom, o el simpático catálogo de títulos indies para la nueva consola, como Resogun, Octodad, etc.
Nuevas características de control táctil, interesantes interacciones sociales en la nube, y un portentoso rendimiento, consiguen atraer a muchos de los potenciales consumidores hacia su esperado lanzamiento, el próximo 29 de noviembre.
Pero mientras Sony ejercía sus artimañas publicitarias para engatusar a todos los presentes, Microsoft no quiso quedarse atrás y desplegó todo un repertorio de stands y expositores en torno a su nueva consola Xbox One.
Con un repertorio de títulos exclusivos algo más interesante que su competencia japonesa, Xbox One mostró a todos los asistentes la potencia de su nuevo dispositivo de entretenimiento, con la muestra de algunos de sus títulos más esperados como Ryse: Son of Rome, Dead Rising 3 o Forza Motorsport 5, que deslumbraron por su gran calidad en escena y rendimiento gráfico.
Así mismo, las capacidades de la nueva consola de Microsoft, vienen potenciadas por el añadido del nuevo accesorio de reconocimiento Kinect, que con una versión mucho más avanzada que su predecesor, ofrece a los usuarios las ventajas de un profundo sistema de control por voz, así como la posibilidad de introducirnos en nuestros propios juegos, gracias al avanzado sistema de reconocimiento de usuario.
A partir del día 22 de noviembre, la nueva generación de consolas llegará a nuestros hogares de la mano de Xbox One, la gran apuesta de Microsoft, que aspira a convertirse en la nueva joya de nuestro salón.
La ruta alternativa para el entretenimiento
Lejos de los esperados sistemas de Microsoft y Sony, la gran industria del videojuego continúa ofreciendo una visión alternativa del ocio digital, gracias a la propuesta desarrollada por Nintendo.
Aunque el potencial de la última consola de la marca (Nintendo Wii U) dista bastante de los resultados a conseguir durante la next-gen, Nintendo continúa ofreciendo un entretenimiento apto para toda la familia, con adictivos títulos como Mario Kart 8, Super Mario 3D World, o los minijuegos de Wii Fit U.
A diferencia de lo que sucede en las grandes plataformas de salón, Nintendo demuestra su auténtico liderazgo en el terreno de las plataformas portátiles, gracias al excelente resultado que acumula su Nintendo 3DS, con títulos que baten todos los récords de ventas, como Pokémon X e Y, Animal Crossing, o Zelda: A Link Between Worlds.
La ausencia de un gigante
Muchos de los grandes aficionados a la industria del videojuego, son testigos de los profundos cambios que están sucediéndose en el sector. Durante los últimos años, el estricto monopolio que ejercían las consolas de sobremesa ha ido poco a poco cediendo el paso a la llegada de un gigante olvidado: el regreso del PC al mundo del videojuego.
Gracias a sus avanzadas prestaciones, la facilidad de programación y uso, así como la presencia de implacables ofertas en juegos, cada día los ordenadores están convirtiéndose en una de las plataformas con mayor potencial en el mundo del videojuego, con una presencia de jugadores activos contada por millones.
Desgraciadamente, la gran presencia del PC dentro del sector, pasó totalmente desapercibida durante la Madrid Games Week, quedando su presencia reducida a un pequeño stand dentro de la feria, donde poder disfrutar del innovador sistema de realidad virtual Oculus Rift.
Un vistazo al pasado
Acompañando a todas las novedades y sorpresas dentro del sector, dentro de la Madrid Games Week, también hubo algo de espacio para el recuerdo, gracias a todos los expositores de videojuegos retro.
Con el deber de retrasmitir la gloria del pasado del videojuego, los numerosos stands de estilo retro presentes en la feria, nos hicieron recordar los grandes tiempos de nuestro pasado, con las presentaciones de las plataformas más exitosas de nuestra infancia, así como los grandes videojuegos de la historia.
Pero como suele suceder en la moda, el mundo del videojuego también recupera las tendencias por los estilos antiguos, ofreciendo a todos los asistentes la posibilidad de poder disfrutar en nuestros hogares de pequeñas y personalizables maquinitas arcades, repletas de los juegos que hicieron furor dentro de los salones recreativos de nuestro ayer.
Unos resultados esperanzadores
El regreso de la gran feria del videojuego a España consigue demostrar la importancia que tiene el sector del videojuego dentro de la industria del entretenimiento. Con unas cifras ampliamente superiores a las ofrecidas en el cine, música o televisión, el ocio digital muy pronto se presentará como el gran soberano dentro de nuestros hogares.
Aunque el planteamiento de la feria estuvo acertado para su primer certamen, es cierto que la falta de grandes sorpresas dentro del sector, así como la gigantesca asistencia de público al evento, consiguió que muchos de los presentes se desesperaran dentro de las largas colas de espera para probar alguno de los descompensados puestos de juego.
Sin embargo, las carencias de base de Madrid Games Week quedan totalmente eclipsadas por la necesidad que teníamos todos los aficionados al sector, de acudir a un gran evento del videojuego que centralice todas las novedades del sector en un único pabellón. Esperemos que en las próximas ocasiones, la respuesta de los desarrolladores de videojuegos sea mucho más comprometida, y podamos disfrutar de mayores sorpresas y detalles.