Tengo un buen recuerdo de la primera edición de esta carrera en la que participé hace un par de años. Es una de esas carreras en las que merece la pena repetir, no solo por el espectacular recorrido en la Sierra de Gredos y Valle del Tietar, también es muy reseñable la gran organización a todos los niveles, siendo una carrera en la que se nota el cariño en la preparación y donde en todo momento sientes que los corredores son lo verdaderamente importante.
La prueba comienza puntual. Los corredores del 10k y del 20k salimos juntos y por asfalto damos cuenta de los primeros metros antes de afrontar los tramos de pista que poco a poco nos elevan rumbo a una presilla que pasaremos por puente de hierro y lugar en el que comienza la larga subida donde es imprescindible medir las fuerzas; si no lo haces, se puede atragantar bastante la parte final, la más dura del recorrido.
Siempre he pecado de salir demasiado "a fuego", y es una de las cosas que más me ha costado educar ... el ansia me puede y salir más fuerte de lo debido en más de una ocasión me ha llevado a pasar unos últimos kilómetros agónicos que lo único que me dejan es un sabor agrio cuando me detengo a analizar la carrera en casa. Así que me contengo y cojo un ritmo cómodo; sin cebarme pasan los kilómetros, me encuentro cada vez mejor y a mi ritmito voy recuperando posiciones.
Llego la segundo avituallamiento, preámbulo de una bajada facilona hasta el último rampón que nos elevará hasta la zona más alta de la prueba. Cojo un plátano y bebo agua, me doy un pequeño respiro mientras miro si viene alguno de mis compañeros cerca. Veo que no y continúo tragando kilómetros, bellos kilómetros teñidos ya de otoño, donde correr es un verdadero placer.
"Vamos, solo queda este repecho antes de pillar senda de bajada a la izquierda", me dice un corredor de la zona mientras afrontamos los últimos metros de ascenso. Desde aquí comienza un descenso vertiginoso, divertido y con el grado técnico justo para disfrutar, disfrutar y disfrutar de cada zancada, de cada salto y de cada metro que se supera. Es complicado definir lo bien que me lo hizo pasar esta estrecha senda entre pinares ... pero seguro que se podría incluir en cualquier definición de uno de los significados que tiene para mí esto del trail running.
A media bajada, se vuelven a tomar unos metros de pista en ascensión hasta el siguiente avituallamiento; bebo rápido y continúo la bajada por sendero algo más técnico, pero que al igual que el tramo anterior te permite correr y disfrutar de la carrera por montaña.
Se vuelve a camino más ancho, antesala del último tramo en subida bordeando la Villa de La Adrada, y que nos regalará otra nueva bajada antes de tomar las calles del pueblo camino del arco de meta.
Tiempo: 1h 45min 44 seg (muy contento con el timepo)
Posicion general 45
Posición categoría: 27
¿Repetir?, indudablemente sí, por muchas de las cosas que ya he comentado.
Bolsa del corredor: personalmente me pareció muy acertada por eso de variar un poco y no seguir acumulando camisetas técnicas: calcetines cortos y calcetines largos con el nombre de la prueba.
Avituallamiento muy correcto con frutas e isotónicos a lo largo de la prueba y en meta además se podía disfrutar de dulces típicos de la zona, jamón y queso.