Crónica IX Carrera Popular Nocturna "La Mistela"

Ayer se celebró la novena edición de la carrera popular nocturna de Los Palacios, más conocida como “La Mistela”. La salida estaba prevista para las 22:00 h, con un precio de inscripción de 4 euros y con un recorrido urbano de una vuelta por el centro de la localidad de aproximadamente 9 km, una carrera bastante horizontal sin ninguna cuesta importante. Hacía ya cerca de 6 meses que no competía en carrera y es que esta temporada ha estado llena de altibajos por culpa de las constantes sobrecargas de peroneos. Gracias a las plantillas que me hicieron he conseguido tener bastante a raya el problema, he podido entrenar bien durante el último mes y medio. Además he seguido nadando para complementar mejor la preparación. Sin embargo aun sigo renqueante y lo noté mucho durante la carrera, es posible que también influya que sea hora de renovar las zapatillas para recuperar la amortiguación perdida. La carrera en sí es muy bonita principalmente por la cantidad de gente del pueblo que se vuelca con el evento, los espectadores animando se cuentan por cientos y están repartidos por todo el recorrido. Sin embargo la bolsa del corredor es un poco pobre y creo que deberían haber colocado más voluntarios para agilizar la entrega de dorsales y de bolsas. La salida se retrasó unos minutos, una vez comenzada la prueba intenté salir todo lo rápido que pude intentando avanzar entre la multitud. Poco a poco me fui abriendo hueco y conseguí imprimir un ritmo alto. A los diez minutos más o menos empezaron a molestarme los peroneos, estuve así un rato hasta que la sensación desapareció, supongo que porque ya se habría calentado bien la zona. A pesar de eso seguí notando una fuerte sensación de adormecimiento en el pie izquierdo que era consecuencia del problema anterior. Por ese lado me tocó sufrir bastante la carrera y no la disfruté todo lo que hubiera podido. Seguí intentando mantener el ritmo alto todo lo que pude, pero cuando corres así parece que siempre notas más el sobreesfuerzo, por eso mismo me sorprendió mucho ver el tiempo final: 47 minutos justos en 9.000 metros, no es mi mejor marca ni mucho menos pero para llevar solo un mes y medio entrenando estoy ya bastante cerca de mis “ritmos rápidos”, así que en ese sentido acabé muy satisfecho. Me quedo desde luego con el buen estado de forma que empiezo a encontrar y con la felicidad de ponerme de nuevo en la línea de salida. Y aunque cueste, seguiré intentando que el tema de los peroneos desaparezca por completo, porque en esta vida a parte de la imbecilidad pocas cosas no se pueden arreglar, porque soy feliz cuando me supero a mi mismo y simplemente, porque me siento libre con cada zancada.