Julia debería estar más sonriente que nunca, pues aunque no era a ella a quien se esperaba en la sala Azkena, méritos propios tuvo para que solo con esta banda hubiese sido una velada perfecta.
Salieron a un escenario abarrotado de instrumentos de ambas formaciones, ante una sala casi repleta, a la que, con sus tiernas melodías, elevadas en ocasiones con aires de rock, se la fueron metiendo en el bolsillo de una manera magistral. Capitaneados por el cántabro Marcos (Voz y guitarra) y custodiados por Víctor Antón a los teclados y Raúl Delgado a la batería, se llevaron a las tropas bilbaínas al ritmo de su “paraba pa pa pa pa”.
Marcos es actualmente una de las mejores voces del pop español, no se a quien tuvo el placer de quitarle esa voz, si fue a Julia o vaya usted a saber, pero es única y en directo es incluso inmensamente mejor que en su sonido digital de sus 4 álbumes, y así lo demostró durante toda la actuación sin dejar de desgranar punteos y riffs de guitarra, entremezclados con esas lentas estrofas que terminan en un éxtasis infinito en el que cualquier ser común se ahogaría.
Sin descanso fueron desglosando los temas de “El hombre que olvidó su nombre”, así como “Luces de Neón” de “Bipolar”, “Grito” de su 2º LP “Volver a empezar” o perdernos en las caricias de “Llevo tu voz” para mostrar a un grupo que está muy seguro de sí.
Dos cometas erráticos se aproximan, al supuesto teórico de un encuentro… así daba comienzo los madrileños Miss caffeina a su directo, el quinteto hizo de la Azkena un karaoke de principio a fin, así como una pista de baile frenético en su lateral, compuesto por gente de todas las edades y géneros y no solo féminas adolescentes.No fueron dos, fueron cinco los cometas que se aproximaron elevados sobre el resto de la gente en la sala Azkena y brillaron de principio a fin, con un directo, que si bien tuvo pequeños incidentes durante el transcurso por parte de los componentes de la banda, todos ellos fueron solventados sin que aquellos que estaban ensimismados cantando sus letras se diesen cuenta.
Y es que Sergio a los coros siempre muy a lo Leiva a la guitarra y Alberto con su cuidada estética además de un gran Álvaro Navarro acompañando a las guitarras (haciendo el dúo perfecto con Sergio para darle el aire más rockero a la banda), Antonio Poza al bajo desde un segundo, plano conjunto con el batería Román Mendez, han logrado que la Imposibilidad del fenómeno, sea en directo una de las puestas en escena más prometedoras del panorama nacional. Como ocurrió con el estallido de los asistentes al sonar “Lisboa” o “Capitán”.
Un gran acierto el poder haber disfrutado de dos grandes grupos del pop-rock nacional en un mismo local la misma noche gracias a unos magistrales La sonrisa de Julia y a los más prometedores Miss Caffeina, de los que ansiamos escuchar lo que pueda ser su próximo disco en otoño.
No te pierdas la ultima entrevista que realizamos a Miss Caffeina aquí.
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