Este año la Moral Trail Race además de las novedades en la prueba reina de 17km, donde han añadido unos 200 metros más de desnivel positivo, nos traía una interesante "Mini-Vertical" de poco más de 2km de recorrido y casi 400 metros de desnivel positivo, la cual a su vez puntuaba para la combinada junto con el recorrido de 17km.
La salida se tomaría en forma inversa al orden de llegada de la prueba celebrada durante la mañana, es decir, los peores tiempos saldrían primeros, por parejas, con un intervalo de 30 segundos entre cada pareja.
Al igual que por la mañana, en el momento en el que nos disponemos a salir parece que la lluvía quiere hacerse notar y poco a poco parece ir tomando intensidad mientras que intento calentar un poco según van saliendo las primeras parejas. Digo intento porque entre la humedad, el frío y mis piernas bastante castigadas de la carrera matutina, me cuesta mucho conseguir activarme.
Sobre las 16 horas 13 minutos parto con mi compañero de ascenso, el cual sale fuerte y con muchas ganas en los primeros metros de asfalto siempre en ascenso. Al fondo, todavía se pueden ver la pareja que salió antes que nosotros. Poco a poco voy robando esos metros que me ha ganado hasta llegar a su altura en los primeros tramos de sendero que nos aproxima hasta un pequeño descansillo que a su vez, nos llevará hasta el siguiente sector de subida exigente.
Realmente tenemos tres tramos de ascenso bien diferenciados, entre los cuales tendremos dos descansillos, en segundo de ellos incluso con una zona de ligera bajada que nos permitirá recuperarnos un poco para atacar el último sector, el más exigente de todos, el mismo por el que subimos hasta El Telegráfo durante la mañana y donde los más fuertes de la prueba nos pasan con una facilidad pasmosa.
El último tramo de esta subida es escarpado, con piedras de tamaño medio bastante bien ancladas al suelo y donde hay que agachar un poco el lomo y ayudarnos de las manos para empujar los cuadricepts contra el suelo.
Arriba llego con un buen calentón y bastante cansado. Tomo algo en el avituallamiento mientras que entre los corredores comentamos la jornada y aprovechamos para saludar a algunas caras conocidas.
La bajada tranquila, soltando un poco las piernas que falta me hace, a pesar de una lluvía que ya se ha vuelto muy intensa aunque no ha sido capaz de tirar por tierra un fantástico día de trail running en Moralzarzal.
Ha sido una experiencia muy positiva, por lo que el año que viene seguramente intentaré repetir.