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Crónica negra (Un flic), de Jean-Pierre Melville

Publicado el 16 octubre 2009 por Francisco Ortiz
Crónica negra (Un flic), de Jean-Pierre MelvilleEsta película está llena de silencios. Y a mí, que siento devoción por las palabras -bien dichas-, pero también por los silencios -inteligentes, de efectiva elocuencia-, me resulta fascinante. Los diálogos se han reducido al mínimo, a la más pura esencia, y sólo aparecen cuando son absolutamente indispensables. Las miradas, como en pocas películas que yo haya visto, expresan a la perfección los sentimientos de los personajes, el odio y la violencia, el amor y el deseo, la inquietud y la arrogancia, y la cámara se para ante los ojos de los actores, los escruta, les concede un espacio cinematográfico casi inaudito desde que el cine dejó de ser mudo.
Es la historia de cuatro atracadores y un policía -el "flic" del título original -que trabajan, cada uno en lo suyo, con pasión y entrega, con profesionalidad y atención máximas. Unos roban bancos y también droga a traficantes para luego vendérsela a los propios traficantes y el otro cumple con su cometido sin dejar que una sola sonrisa aflore a sus labios. Inevitablemente se cruzarán los caminos y la historia se complica moralmente, queda abierta pese al duro final, deja planteadas cuestiones que el espectador ha de resolver por su cuenta y según su visión de las cosas, como ocurre con el mejor cine y el mejor arte, que puede suscitar y provocar, pero no incluye en sus páginas ni en su pleno espacio todas las preguntas y todas las respuestas. Melville legó a la posteridad una obra maestra de la elipsis y el silencio pujante, grávido, contrito, áspero y relumbrante. Una escena final de pura antología, tanto por la elección de los encuadres como por la velocidad a la que se desarrolla. Una entrada en el fundido en negro con que se acaba toda película cuajada de ritmo y de tensión dramática. Una película, en definitiva, que está tocada por la gracia del genio y que se situó en lo más alto del cine negro de todos los tiempos y ahí permanece, incontestable y ejemplar cuando se habla de lo mejor que el género ha dado, de qué caminos se han abierto con las cintas negras y aún no se han explorado del todo. Una película que seguro que resistirá el paso del tiempo sin merma alguna.

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