Los valencianos Polock salieron a escena puntuales, bajo una noche gélida en la que el público iba a pareciendo a cuentagotas. Tocaron parte del repertorio de su último álbum durante cuarenta minutos con un sonido impecable, que solo pecaba de un poco de falta de volumen en la voz de su cantante Papu, al que en algunos temas no se le escuchaba demasiado bien. Encadenaron uno tras otro los temas de “Getting down from the trees”, aunque sin mucha interacción con un público, dividido entre sus fans incansables tema tras tema y otra parte más indiferente que se limitó a escuchar los temas del grupo. Los temas “Fireworks” y “Sometimes” fueron los más aplaudidos y bailados durante su actuación en la vieja estación burgalesa.
Previo al concierto y tras el backstage la banda hacía alguna tontería animándose, quizás para relajar tensiones o quizás para calentarse del frío, hasta que a la carrera subieron al escenario y al ritmo de “Sorry”, los vigueses Catpeople salían a escena con un aforo bastante acogedor en la sala. No era sólo un concierto de su último LP lo que Catpeople vino a dar a Burgos, y el siguiente tema sonando bien fuerte fue “In Silence”. Con su tono de voz grave y oscura, Adrián y su banda fueron encadenando temas de sus tres LPs, animando al público cada vez más y haciéndolos moverse con sus melodías oscuras con aires a de The Cure o Joy Divison, pero sin limitarse únicamente a tocarlas de principio a fin, las versionaron dándoles color y forma a su modo y manera, mayor o menor intensidad, alargándolas para introducir un tiempo de musicalidad e instrumentación, o enlazándolas unas con otras, de manera que manejaron el directo su gusto.
Sonaron “Safari”, “Sister” o “Goodbye Angel” entre otras. La banda tras “Mexican Life” solo hizo una breve pausa para su único Bis, por no decir que fue solo bajar y subir de nuevo al escenario, en el cual se despidieron con dos de los grandes temas de su carrera: el actual “Love battle” (del cual los mecenas esperamos ver pronto el videoclip) y “Radio” enlazada con “Sorry” que sonó de nuevo, como despedida a todas esas chicas que no hacían más que animarlos y mover sus cuerpos por toda la sala. Durante el final del directo de Catpeople, los integrantes de Polock se dedicaron a firmar discos en el fondo de la sala y hacerse fotos con los fans, lo cuales parecían satisfechos con los cuarenta minutos de su actuación, no así con la de Catpeople, de la que pude escuchar del público dispares opiniones, en su mayoría alabanzas, a una banda que ha crecido y madurado desde aquel “Reel #1”, pero manteniendo la esencia de su sonido.